Fue una de las actividades para aspirar a Patrimonio de la Humanidad.
En el mundo del vino y la enología aún quedan muchas posibilidades de futuro por explorar. Y una de las que se está desvelando como de las más atractivas para el público son los cursos de iniciación a la cata del vino, como los organizados recientemente por el consejo regulador de Ribeira Sacra. Varios grupos llenaron las plazas previstas para recibir las primeras nociones de una técnica que está muy de moda, porque quien no pueda opinar sobre la astringencia, la durabilidad o el retrogusto de un caldo en boca, no está a la última para salir de vinos.
El último curso de cata organizado en Ribeira Sacra e impartido por la enóloga Ruth Fernández se celebró en la bodega Abadía da Coba, ubicada en un paraje de ensueño sobre el río Miño, en el lugar llamado Cabo do Mundo, del municipio lucense de O Saviñao.
Los alumnos pudieron catar a ciegas cuatro vinos de la denominación, es decir, sin ver la etiqueta: un tinto joven, otro de barrica, un tinto ecológico y también un blanco joven. Tras las primeras nociones teóricas y prácticas sobre sabores y olores, la experta fue dirigiendo a los alumnos hasta que consiguieron encontrar en cada uno de los cuatro vinos los diferentes olores y saborres propios de los caldos de Ribeira Sacra. En casi todos predominaban las notas de varias frutas maduras y frutos del bosque.
Una vez concluida la parte técnica de cata sobre la mesa, los alumnos visitaron las instalaciones de la bodega, de la mano del propio bodeguero, Evaristo Rodríguez, quien les explicó a los diferentes momentos de la producción, desde la vendimia, hasta el embotellado, pasando por los las fases de fermentación, filtrado, e incluso el envejecido en barrica, con sus diferentes posibilidades.
Los alumnos también pudieron ver las viñas de la bodega, ubicadas en preciosos bancales que caen casi verticales sobre un gran meandro del Río Miño que es una de las vistas más espectaculares de la Ribeira Sacra. Por último, asistieron a una explicación dentro de la destilería, ya que esta bodega es una de las pocas que también fabrica licores.
Maridaje con productos ecológicos
Otra parte de la actividad formativa consistió en experimentar para conseguir un buen maridaje de los vinos de Ribeira Sacra con productos ecológicos de Galicia. Y para ello el restaurante monfortino O Grelo ofreció a los alumnos una degustación con productos ecológicos entre los que había conservas de Connorsa, algas y chumichurri de Mar de Ardora y de Portomuiños, carnes de Carballada, pan de Ingapán, galletas Mariñeiras y Maruxa, castañas de Alibós, quesos y yogures de Arqueixal y Xanceda, miel del Pazo de Lusío e incluso café ecológico de Candelas. Los alumnos pudieron combinar cada alimento con diferentes vinos.
Visto en lavozdegalicia.es.