Pujanza en el mercado del lujo: existe un perfil de consumidor que busca en un producto de alta calidad emociones y experiencias.
La crisis económica no pasa factura a los vinos más caros, en un contexto de auge del lujo y de una demanda que parece dar la espalda a las gamas medias y que se polariza entre un segmento muy alto y el más bajo, apuntan a Efeagro desde diferentes firmas que estos días se dan cita en Millesime de Madrid.
Los productos con posicionamiento más alto en el mercado no sólo se mantienen sino que siguen creciendo en España, reconoce Ángeles Sánchez, «brand ambassador» de Bodegas Palacio (DOCa La Rioja), una de las seis enseñas del gigante vitícola Hijos de Antonio Barceló.
Pese a la situación económica «complicada», existe un perfil de consumidor que busca en un producto de alta calidad emociones y experiencias y es fiel a las marcas, argumenta Sánchez.
En el caso de esta firma riojana, el hecho de ser una bodega centenaria -data de 1894- y una de las primeras en elaborar «vinos de autor» en La Rioja, le ayuda en el mercado, al contar con una marca, proyección e historia «que otras no tienen».
El segmento del lujo gusta y está en crecimiento en Rusia, Emiratos Unidos, Brasil, EEUU, Alemania o Reino Unido, agrega.
«El producto de alta gama está tirando hacia arriba», coincide en apuntar Pedro Manuel García desde Bodegas Arzuaga.
Puntualiza que son los productos de media gama los que han dado «el petardazo» en el sector del vino, mientras que se polariza el consumo en dos tramos: el del lujo y el de baja calidad.
«A todo el mundo le gusta lo bueno y hay gente con poder adquisitivo elevado que puede pagarlo», especialmente los consumidores extranjeros que viven en zonas de alto standing de ciudades como Madrid o Barcelona.
Los más caros
Entre los productos más caros de esta firma castellanoleonesa, figura botella 120 euros, que goza de gran aceptación en este target nacional, que se suma a elevadas salidas para la exportación.
Los productos con valores sensoriales que satisfacen a consumidores amantes de la gastronomía tienen su hueco en el mercado y se mantienen pese a lo crisis, apostilla por su parte el sumiller corporativo de González Byass Juanma Cerceño.
Hay un público con poder adquisitivo muy alto que aprecia «lo más auténtico» en los productos agroalimentarios u otros «más espirituales» como vinos o destilados; son enseñas que no tienen «fecha de caducidad» y aguantan el paso de las modas, explica.
En este contexto, la compañía ha sabido aprovechar el tirón del mercado del lujo y, por ejemplo, «ha dinamizado mucho más» a «Tio Pepe», lanzando ediciones y «edades» muy exclusivas para exigentes compradores nacionales e internacionales.
«Los productos intermedios en precio lo están pasando mal», todo lo contrario que sucede con los de «excelencia», más aún si sientan bien o son beneficiosos para el organismo, apunta Eloy Ramírez, responsable de ventas de Pagos Marqués de Griñón para España y Latinoamérica, una firma que ofrece en su portafolio vinos de pago o el mejor aceite de oliva del mundo según la guía italiana Flos Olei.
«Rusos y chinos son mercados a tener en cuenta para la exportación, sin olvidar los consumos que hacen sus nacionales en toda España», comenta Ramírez, quien agrega: «Cada vez se valoran más los productos caros; pero ojo, tiene que tener calidad».
Crecimiento nacional y en el exterior
Desde Bodegas Paco & Lola, su director comercial, José Manuel Fontán, remarca que «vivimos momentos económicos apretados, pero es verdad que todo lo que sea concepto de imagen y producto de calidad se sigue pagando porque la gente, ante todo, quiere disfrutar».
«Existe un target de personas que valoran y los pagan (esos productos)», tal y como muestran las ventas de esta bodega, asevera.
Son muchos los españoles de clase media-alta que buscan «momentos pacololelos», como también rusos, alemanes o británicos que también demandan estas enseñas de más calidad y valor.
Pese a que llevan tan sólo 5 años en el mercado, crecen en España y también en el exterior (envían fuera el 65 % de su producción), sumando ventas de un millón de botellas con todas sus marcas.
De este modo, los vinos de lujo capean la crisis en plena crisis económica aunque nadie garantiza si será por mucho tiempo.
Visto en larioja.com.