[Fuente: terra.es]
Aunque todavía supone una pequeña parte en la producción total de cava, el cava rosado está cada vez más presente no sólo en los lineales, sino también en las mesas de los consumidores que, a grandes rasgos, lo adquieren como nota curiosa, sobre todo, por su color.
Entre 2002 y 2006, las ventas de cava rosado, elaborado principalmente con las variedades de uva monastrell, trepat y pinot-noir, se ha duplicado al pasar de 7,5 millones de botellas a 16 millones de botellas, respectivamente.
Aunque todavía supone una parte mínima del total, el pasado año se comercializaron 224 millones de botellas, no cabe duda, según comentó a Efe el presidente del Consejo Regulador de la Denominación Cava, Gustau García Guillamet, que el cava rosado, fácil de beber, se está poniendo de moda entre los consumidores.
Además, también puede ser un comodín en la mesa, ya que, igual que el cava ‘blanco’, es una opción más para realizar las comidas, de principio a fin con este espumoso, y no sólo como bebida para los postres.
Una de las principales inquietudes del Consejo es lograr desestacionalizar el consumo de cava, más de la mitad de las ventas se realizan en los últimos meses del año, que no ceja en su empeño por divulgar la versatilidad del cava y que no quede relegado para después del segundo plato.
El presidente del Consejo hizo además hincapié en que, en caso de que sólo se quiera brindar tras la comida con cava, se opte por versiones más dulces, que irán más acorde con el postre.
Hizo esta precisión porque en estos últimos años están aumentando de forma significativa los tipos de brut nature, extra-brut y brut (de más seco a más dulce), tipos de cava muy indicados para el aperitivo y para la comida, en detrimento de los semisecos, con mayor contenido de azúcar.