[Fuente: nortecastilla.es]
Primero fue la recuperación de la vendimia medinense, que tras doscientos años sin este ritual, la Villa regresó a sus orígenes bodegueros gracias a Emina Medina del Campo. De esta recogida de uva donde una veintena de vendimiadores recogieron a mano el fruto de las cerca de cien hectáreas, los vinos ya reposan embotellados en los diferentes establecimientos de la comunidad y parte del extranjero. Después llegó la creación de la parte comercial donde en el mismo silo el grupo Matarromera ha creado una burbuja de aromas, colores y sabores a barricas viejas, manzanas, tomillo, vinagres y aceites.
El alcalde de la localidad, Crescencio Martín Pascual, realizó ayer una visita a Emina Medina para instruirse en la nueva cultura del vino. Allí les esperaba el anfitrión de las uvas, el presidente de la bodega, Carlos Moro, quien hizo que el grupo de Gobierno saboreara in situ la nueva tendencia en materia turística que está arrasando entre los amantes del vino.
El club del gourmet
Aceites, vinagres, emina Atio, E-400, Prestigio, doce meses, brandy, sauvignon, verdejo y rueda son sólo una pequeña muestra de todas las variedades de vinos que el visitante a esta bodega podrá encontrar. Hace aproximadamente un año y medio fue cuando el presidente del Grupo Matarromera apostó en Intur por la Villa para establecer un nuevo jardín de variedades vitivinícolas, que este año que va a entrar será visitado por más de 20.000 nuevos catadores de sabores.
Emina, al igual que muchas otras bodegas de la DO Rueda, pretende dar un paso más en su andadura por tierras medinenses. Para ello incluirá en su línea estratégica de desarrollo la creación de una red de enoturismo. De esta forma «no sólo trasmitiremos la imagen de nuestros vinos, sino que también vamos acercar esta cultura a todo el mundo», apostilló el presidente de Emina, Carlos Moro, quien añadió que «ya estamos manteniendo algunos contactos con importantes agencias de viajes para potenciar tanto a la bodega como a la Villa».
Los visitantes, además de poder degustar una de las 70 variedades diferentes «a precio de bodega», podrá paladear productos típicos de la tierra como el chorizo, el queso y el lomo, mientras por dos amplios ventanales verá en vivo las entrañas de una de uno de los grupos más importantes del país en materia de morapios. Antes de su inauguración oficial en el próximo mes de mayo, el grupo Matarromera ha puesto en marcha una serie de cursos de cata donde un enólogo impartirá a ocho amantes de esta nueva cultura un curso de degustación con ocho vinos diferentes. Asimismo, habrá una parte de degustación o maridaje. Los precios ascienden a los 35 euros por la cata y 60 con el maridaje.