[Fuente: laopiniondezamora.es]
CELEDONIO PÉREZ. No va a ser este un año de lagares llenos. Los primeros aforos realizados en las tres denominaciones de origen de la provincia confirman que la cosecha de este año no va a llegar ni tan siquiera a la pasada, que ya estuvo un 20% por debajo de la media. En la presente campaña se estima que la producción de uvas va a caer al menos un 10% respecto a la de 2007. No obstante, todos los técnicos y veedores de los consejos reguladores advierten que todavía es pronto para hacer previsiones con garantías. Se sabe que la vendimia va a ser corta porque la muestra lo es, pero aún puede ser más si el tiempo no acompaña y la vendimia está precedida de un periodo de lluvias. De momento, el proceso vegetativo de los viñedos lleva un retraso de al menos quince días.
La muestra de racimos, ya se vio allá por el mes de abril, fue inferior a la de campañas anteriores. La vid es una planta vecera (con producciones irregulares de un año a otro) y en 2008 ha tocado el año corto. Hubo un ataque de acariosis en algunas zonas que acabó con las yemas más productivas. La floración y el cuajado tampoco se hizo con normalidad en todas las denominaciones de origen. En Tierra del Vino una granizada se llevó parte de las esperanzas de la cosecha. Llovió también en vísperas de San Juan en la D.O. Toro lo que afectó a la flor, que también tuvo que soportar varios días de viento demasiado fuerte (para el cuajado es necesario el viento, pero si es fuerte hace daño).
Los viñedos encararon el año después de una campaña, la pasada, difícil por las enfermedades, sobre todo oídio y mildiu, la primera muy activa tras las lluvias de finales de septiembre y la segunda se desarrolló sobre todo en julio por la fuerte humedad y los calores. También los topillos hicieron de las suyas, con pérdidas principalmente en la franja norte de la D.O. Toro, especialmente en Morales. Con este panorama, no es de extrañar que la producción en esta campaña no vaya a ser alta.
Amancio Moyano, presidente de la D.O. Toro, cree que la cosecha no va a superar a la del año pasado que alcanzó los 14 millones de kilos (una año normal debe estar por encima de 20). «Los viñedos vienen muy retrasados, todavía no está todo enverado cuando otros años, por estas fechas ya está avanzado el proceso de maduración». No cree que la vendimia se inicie antes de la última semana de septiembre en algunas bodegas concretas y el grueso de la misma para octubre. «En todo caso hay que esperar a la evolución de la planta, que va a depender del tiempo».
El secretario técnico de la D.O. Tierra del Vino, José Manuel Braña, coincide con Moyano en el análisis. «Los primeros aforos que hemos realizado nos están dando una producción de 800.000 kilos cuando un año medio estamos por encima del millón doscientos mil. En esta zona cayó una granizada y afectó a algunos viñedos, después hemos tratado, pero las consecuencias están ahí en forma de merma de cosecha». Destaca Braña que la caída en la producción se nota sobre todo en las variedades tempranillo (en la zona tinta del país) y malvasía. «Sin embargo la verdejo, en la zona de Villamor de los Escuderos, sí tiene carga».
Por su parte, Carlos Capilla, director técnico del Consejo Regulador de la D.O. Arribes, estima que la producción en esta zona vitivinícola va a estar en torno a 1,5 millones de kilos. «Con las hectáreas que tenemos, la cosecha debería alcanzar los 2,5 millones de kilos». «En todo caso -apunta- habrá que estar muy pendiente de la evolución del fruto, porque viene retrasado y eso siempre supone un problema añadido».
La coincidencia es general al hablar de potencial de calidad de la uva. «El fruto está sano, no ha habido problemas serios con los plagas. Eso augura que el año puede ser bueno para la elaboración de vino. Poco pero bueno. No obstante, hay que esperar, queda todavía el periodo más delicado, hay que estar muy vigilantes». Estas o parecidas palabras son expresadas por los portavoces consultados de todas las zonas vitivinícolas de la provincia. Y también hay coincidencia en que son los viñedos viejos los más afectados por la caída en la producción.
La caída de la producción de uvas vendrá, sin duda, a aliviar los excedentes de vino que aún hay en las bodegas. Las ventas no van como quisieran los bodegueros. Zamora, según los últimos datos del Instituto de Comercio Exterior (Icex), ha visto mermar sus ingresos por exportaciones de vino en lo que va de año en un 24,5%, hasta los tres millones de euros. También cayó un 32% hasta los 909.000 el volumen de litros comercializados en otros países, con una cuota de mercado del 6% , según el mismo informe.