Se llama Poet y presume de ser -atención- el primer vino con té del mundo.
Cuando pensábamos que el vino azul –que ya no puede llamarse vino– o los guiños de Pepsi al kalimotxo eran el no va más en el mundo de la innovación enológica, resulta que ya hay un nuevo invento en el mercado. Se llama Poet y presume de ser -atención- el primer vino con té del mundo.
¿Vino y té? Pues sí, esa es la curiosa receta de las tres variedades de Poet que se han estrenado recientemente en el mercado y que juegan con la combinación de diferentes tipos de uva y té. Un proyecto que llega desde la India de la mano de Tadeo Cortés, que trabaja en el mundo del té, y al que se le ocurrió la idea de combinar estas dos bebidas junto a -según leemos en la información oficial- “Taig, que lleva años desarrollando vinos de autor en distintas bodegas de España”.
¿El mismo Taig Mac Carthy que está detrás del citado vino azul Gïk? No se menciona nada al respecto, pero dado el perfil de estos dos vinos -o lo que sean- no parece una idea descabellada.
En cualquier caso, y volviendo a Poet, según sus creadores, la uva ayuda a resaltar el sabor y propiedades de cada una de las variedades de té, cuyo origen también sirve para dar nombre a estos tres poéticos vinos: Soneto combina té Earl Grey con uva Garnacha; Haiku es el resultado de mezclar té sencha japonés con Chardonnay; y Ghazal combina té Chai masala de la India con uvas Merlot.
Por si fuera poco, tampoco la forma de tomar este curioso vino es la habitual. De hecho, tanto Soneto como Ghazal se recomiendan tomar calientes, mientras que el blanco Haiku puede funcionar también frío, servido por debajo de 15 grados según las recomendaciones de sus creadores.
¿Maridaje? No hay grandes sorpresas en este terreno: Soneto se enfoca a carnes rojas, Haiku a pescados, y Ghazal puede llevarse y bien con comidas picantes y especiadas.
Quienes se animen a probarlo pueden encontrarlo en la tienda online de la propia compañía, con un precio que ronda los 10 euros por botella. El lote de 6 botellas con dos de cada variedad puede conseguirse por 57 euros.
Aunque no nos queda claro si podemos hablar de un vino diferente o más bien de una especie de cóctel ya embotellado a base de vino y té, una cosa está clara: estamos ante el vino más original y extraño del momento. Y eso, guste o no a los puristas, también tiene su público.
Por La Gulateca en 20minutos.es.