Cómo probar el vino en un restaurante

Se acerca el camarero y pregunta: “¿Quién probará el vino?”. Muchos grupos de comensales optan por retorcerse en su asiento y mirar hacia otro lado, como si la cosa no fuera con ellos. Otros, señalan automáticamente a la persona que, en principio, sabe más de vinos en la mesa.

¿Por qué a algunos nos da tanta vergüenza o reparo un acto tan normal como este? Si, en tu caso, es porque no estás segura o seguro de qué tienes que hacer, te contamos cómo probar el vino en un restaurante.

1. Sujeta la copa correctamente

Una copa se divide en cáliz (la parte hueca en la que se servirá el líquido), tallo (la parte fina y larga), y base (la que sirve como apoyo). Sujetar la copa de vino correctamente implica asirla por el tallo o la base.

Las únicas copas que sí deben sujetarse por el cáliz son las de brandy. En este caso, la palma se coloca hacia arriba y la parte inferior del cáliz se cubre con la mano para que el calor corporal mantenga el líquido tibio.

2. Un análisis visual

Sujeta la copa por el tallo o la base y agítala sobre la mesa, haciendo pequeños movimientos circulares. Después, observa. Aprecia cómo las lágrimas resbalan por las paredes, detecta los matices en su color, y encuentra posibles grumos o posos, que te indicarán que debes pedir que sea decantado.

3. Un pequeño análisis olfativo

Vuelve a agitar la copa sobre la mesa. Después, llévala hacia tu cara. Introduce la nariz en la copa y aspira. El objetivo de esto es percibir los aromas y, además, detectar si el vino en cuestión tiene algún defecto.

¿Cómo se hace? Es tan sencillo como preguntarte: “¿Hay algo que me huela mal?, ¿Que me recuerde a vinagre, humedad o incluso huevos podridos?”. Si es así, coméntaselo al camarero.

4. La cata en boca

El último paso es la cata en boca. Lo normal es que, si el vino tiene algún defecto, lo hayas percibido en los dos pasos anteriores, así que deja este momento simplemente para disfrutar.

5. ¡Sin vergüenza!

Esta es una recomendación que debes aplicar en todos los casos: ¡no tengas vergüenza! No te las estás dando de nada ni pareces un snob, solo estás probando el vino correctamente. Cuando el camarero pregunte, preséntate voluntaria o voluntario y sigue nuestros consejos con total confianza y naturalidad.

Por Azucena García-Carpintero en raizdeguzman.es