Marimar Torres afirma que al vino español le falta «un Ferran Adrià y más marca España»

Destaca la venta directa en clubs de clientes como en Marimar Estate y muchas bodegas americanas.

La fundadora y presidenta de la bodega californiana Marimar Estate (Torres Family Vineyards), Marimar Torres, ha destacado la calidad de muchos vinos españoles, pero cree que «les falta un Ferran Adrià del vino y más ‘marca España» para proyectarse definitivamente en el mundo con un liderazgo común, como han sabido hacer Australia, Argentina, Chile e Italia.

Lo ha dicho en una entrevista de Europa Press durante una cena de maridaje de sus vinos blancos y tintos servida en el restaurante 7 Portes por el cocinero Jean Luc Figueras, que asesora al local barcelonés.

Pertenece a la cuarta generación de una familia catalana dedicada al vino, como su hermano Miguel, pero está muy influida por la cultura empresarial de Estados Unidos, adonde llegó en 1975 para introducir la marca Torres en toda Norteamérica, y en 1986 plantó su primer viñedo en el condado de Sonoma (California).

Sobre la calidad de la producción española, cree que «hay de todo» pero reconoce el prestigio que ya han merecido internacionalmente Álvaro Palacios, Pingus, Vega Sicilia, el propio Miguel Torres y otros, aunque considera que aún les falta algo para penetrar más en mercados fundamentales, como el estadounidense.

La viticultora cree que todos juntos necesitan al representante mundial que sí ha conseguido la mejor cocina española: Ferran Adrià; «esfuerzo del Gobierno» español, y presentarse más con la ‘marca España’, con el mismo empuje que tiene en general la ‘marca Barcelona’, cuyo marketing considera sensacional.

«La gente piensa en vino de Australia, como en vino argentino, de Chile, de Italia, etcétera», ejemplifica, y asegura que el español también tiene fuerza para ser concebido así por los clientes del mundo.

Las Bodegas pequeñas

Además, ante la crisis, destaca la importancia de que las bodegas potencien su marketing y sus relaciones públicas; sobre todo, el «contacto directo» con el cliente mediante el enoturismo y los clubs, para aumentar la venta.

Con la cultura empresarial americana, «todas las pequeñas bodegas tienen venta directa, y sobreviven así», lo cual no se ve mucho en España ni el resto de Europa, donde crece el enoturismo pero no los socios de clubs de clientes.

Así lo hace ella en su propiedad Marimar Estate, que tiene dos viñedos de cultivo orgánico en sendas propiedades que suman un centenar de hectáreas, incluidos un Centro Ecuestre, una bodega para 15.000 cajas y una masía catalana, y estos dos espacios sirven para visitas, eventos, degustaciones y maridajes.

Estas actividades son precisamente lo que potencia su club de clientes, el Círculo Marimar, creado en 2004 en Estados Unidos y en 2005 en España –donde temió al principio que «se enfadaran las tiendas» por la venta directa desde el club–.

Hoy, el Círculo ya no cobra cuota anual, sino que sigue el sistema americano: los socios pagan al recibir los vinos que encargan, con tres tipos de adhesión según el número de cajas que compren anualmente; además, pueden asistir a actividades gastronómicas y tener ventajas para visitar las bodegas de Torres, para alquilar sus espacios, para asistir a cursos y para comprar botellas de edición limitada.

Visto en europapress.es. Foto MARIMARESTATE.