El rosado ya no es sólo para el verano y se ha convertido en un vino trendy que está atrayendo a nuevos consumidores que buscan sofisticación pero huyen del aura de trascendencia y complejidad de algunos vinos.
Con muchas ganas de conquistar a estos nuevos paladares llega la añada 2011 de Pagos de Aráiz Rosado: fresco, afrutado, con volumen y con la misma chispa golosa de siempre.
Un vino en el que como siempre encontramos las Garnachas más antiguas de la finca, frutales y golosas…, aunque este año vienen acompañadas de algunas más jóvenes, de 10 años, que aportan frescura a esta añada de tonalidades muy cálidas.
Frescura y un largo recorrido en boca gracias también a una pizca de Graciano que este año se suma al coupage de este vino.
En definitiva, volvemos a encontrarnos con la personalidad espontánea, seductora y golosa típica de Pagos de Aráiz Rosado en esta nueva añada 2011 que, con nuevas incorporaciones al coupage, aumenta el número de botellas disponibles.
Siguiendo como es habitual las estrictas pautas de calidad marcadas tanto en la viticultura como en la elaboración, este año cuenta con una producción limitada de 48.000 botellas numeradas que se distribuyen principalmente en España y en Europa, en países como Suiza, Polonia, Holanda, Alemania, Bélgica y hasta Francia, consumidores tradicionalmente de rosados más clásicos.