[Fuente: elcorreo.com]
Se distribuirán por todo el mundo 4.000 botellas, a 85 euros cada una, bajo la marca ‘Robinson Crusoe Treasures’ .
Las aguas de Plentzia han conseguido madurar la primera cosecha de vino submarino que se comercializará en el mundo. Los caldos ya se encuentran a la venta bajo la denominación ‘Robinson Crusoe Treasures’ a un precio de 85 euros la botella. Esta peculiar denominación es un homenaje al personaje creado por el escritor Daniel Dafoe, por su capacidad para «valorar el mar y sus riquezas».
La aventura comercial de la empresa Bajoelagua Factory arrancará con 4.000 unidades y cuenta ya con pedidos tanto locales como del extranjero. El responsable de la firma, Borja Saratxo, destacó que ya «nos han pedido 500 botellas de China, 200 de Rusia y un centenar del País Vasco», tanto por parte de instituciones como por particulares. Los interesados pueden realizar sus encargos en la página web: www.lasbebidasdecrusoe.com.
Los pedidos no se pueden servir de inmediato «al ser un producto totalmente distinto que necesita su tiempo de maduración hasta convertirse en una bebida excepcional», explicó Saratxo. Por este motivo, el cliente deberá esperar unos cinco meses antes de poder disfrutar de su «tesoro» embotellado.
Al realizar su reserva, los compradores recibirán un certificado de autenticidad y titularidad de la botella acompañado de unas claves para «sus seguimiento por Internet», explicaron desde Bajoelagua Factory. Además, sus propietarios optarán también a descuentos para contratar paseos en barco e inmersiones para comprobar la evolución del arrecife artificial surgido entorno a los módulos de envejecimiento de las bebidas.
Cuatro nuevos módulos
Una bodega submarina que, para hacer viable la nueva iniciativa, debe multiplicar su espacio. De hecho, la empresa promotora tendrá que sumergir en los próximos meses cuatro nuevos cajones que permitan garantizar una producción de 5.000 botellas destinadas a su comercialización.
De este modo, los dos módulos que conforman el laboratorio original sumergido hace poco más de un año continuarán como centro de experimentación y bajo la propiedad del Ayuntamiento de Plentzia, que aportó los 40.000 euros necesarios para su puesta en marcha. La alcaldesa, Isabel Zarauza, mostró el «orgullo de ser pioneros en una idea por la que no apostaba nadie».
La decisión de competir en el mercado se adoptó tras comprobar los óptimos resultados logrados por estas instalaciones habilitadas a 16 metros de profundidad junto al muelle de San Valentín de la villa marinera. En la bodega de envejecimiento de vinos han madurado 4.500 botellas de 27 bodegas pertenecientes a 14 Denominaciones de Origen diferentes durante doce meses.
Las catas realizadas a lo largo de este año han permitido confirmar a los expertos que «un 85% de los testigos submarinos tienen un carácter diferente al terrestre», principalmente en los vinos tintos. Iñaki Viteri, responsable de las bodegas Murillo Viteri, destacó su «mayor redondez, potenciación aromática y una sensación muy agradable al paladar».