El vino español inicia la cata de China

[Fuente: expansion.com]

Las exportaciones de las bodegas españolas al país asiático triplicaron su valor en el último ejercicio y superaron las ventas desde Estados Unidos. Sin embargo, el sector afronta el reto de mejorar su imagen.

Una elegante familia china levanta sus copas para brindar. Están sentados alrededor de una mesa al aire libre, sobre un paisaje sembrado de vides que recuerda a la campiña francesa. El último anuncio de televisión de Great Wall (Gran Muralla), la marca líder de vinos china, dibuja a la perfección las aspiraciones de exclusividad y sofisticación del público que está disparando el consumo de vino en China. De momento, el consumidor nacional se concentra en torno a Shanghai, Pekín y, de forma incipiente, Cantón.

En el último quinquenio, el consumo ha crecido alrededor del 18%, según datos del Icex. En Estados Unidos, el consumo se sitúa en 15 litros per cápita, frente a los 0,4 litros de China, cifra que da una idea del potencial de desarrollo de este mercado, que no ha pasado desapercibido para los productores mundiales.

Presencia española

En 2010, las importaciones de vino en China casi se duplicaron, hasta alcanzar los 600 millones de euros, de los que alrededor del 6% correspondió a ventas de bodegas españolas. Entre éstas, se sitúan empresas como Bodegas Torres, Grupo Matarromera, Campo Viejo de Domecq Bodegas, propiedad de Pernod Ricard, Vega Sicilia, Félix Solís Avantis (que cuenta con una planta de embotellado en Shangai) y los cavas de Freixenet, entre otras. En la visita que hizo a España en enero, el viceprimer ministro chino, Li Keqiang, aseguró que quería ver en la mesa de todos sus compatriotas el vino español, junto al aceite y el jamón nacional.

Con unas exportaciones que se triplicaron en 2010, hasta alcanzar los 36 millones de euros, España se situó, tras superar a Estados Unidos en ese ejercicio, como el quinto proveedor de vino de China, muy cerca de Italia. Lidera el ránking Francia, con una apabullante cuota de mercado del 46%, seguida de Australia y Chile, con el 18% y el 10%, respectivamente.

El reverso de la moneda es que buena parte del incremento de las exportaciones españolas se debió al alza de la venta de vino a granel, de poco valor, que después es embotellado y vendido por las compañías chinas. La mezcla de vino chino con granel importado es una práctica habitual.

Es una opinión generalizada entre los bodegueros europeos que el vino chino aún no puede competir en calidad con los caldos del Viejo Continente y que las empresas asiáticas están más centradas en atender la creciente demanda que en mejorar la calidad de sus productos.

Debido a la escasez de tierra cultivable y a las prioridades del Gobierno en cuanto a autoabastecimiento de grano, las firmas locales, como Cofco Wines & Spirits, el conglomerado propietario de Great Wall, no tienen más alternativa que comprar cantidades cada vez mayores de vino a granel. China representa alrededor del 6% de la superficie vitivinícola mundial.

No obstante, las grandes marcas chinas son un competidor a tener en cuenta, ya que dominan los canales de distribución. Las tres bodegas más importantes del país son, además de Cofco, Yantai Changyu Pioneer Wine y Yantai Weilong Grape Wine.

Precios caros

De media, cada litro de vino español vendido en China cuesta 0,76 euros, muy lejos de los 3,72 euros del vino francés. Éste es el precio de venta al distribuidor, pues al público duplica la tarifa de venta en una tienda en España. En un restaurante, el precio multiplica por ocho la tarifa de bodega. Históricamente, se ha achacado a la venta de mucho vino barato a granel (en 2010, representó el 44% del total) la pobre imagen de los vinos españoles en China frente a sus pares franceses.

Alberto Alonso, consejero de la Oficina Comercial de España en Pekín, rebate, sin embargo, esta opinión. “Hay gente a la que le puede parecer mal lo del granel, pero en vino embotellado hemos crecido este año por encima del 105%, superando a todos nuestros competidores directos”, explica.

En China, la imagen del vino español todavía está muy lejos de la del francés. Para Asier Guevara, del departamento de ventas de Matarromera en Shanghai, “los vinos franceses juegan en otra división. Yo trato día a día con distribuidores, con entendidos de vino, que me dicen: tu vino es buenísimo, tiene una relación calidad precio excelente, pero lo que yo quiero es vender. Y, ahí, Francia nos lleva años de ventaja en promoción y márketing”.

“Lo importante es que las empresas españolas miren hacia China, porque es donde hay más oportunidades, ya que es el octavo destino de los vinos nacionales y el mercado que más crece en el mundo”, explica Alberto Alonso.