[Fuente: aviladigital.com]
La bodega Garnacha Alto Alberche, con sede en Navaluenga, ha sacado tres nuevos caldos coincidiendo con el comienzo del año: ‘7 Navas Catalino 2008’, ‘7 Navas Faustina 2008’ y ‘7 Navas Selección 2007’.
Los dos primeros han sido elaborados con garnacha, variedad tradicional del Valle del Alberche. En estos casos, se ha utilizado uva procedente de viñedos de entre 70 y 90 años, situados en suelos graníticos, a entre 950 y 1.100 metros de altitud y orientación sur y este.
En cuanto a su elaboración, se ha realizado con una “cuidada” selección en la vendimia de la materia prima y una vinificación “esmerada”, una crianza en barrica de roble francés durante 14 meses y un paso por botella de siete meses.
Así, se han obtenido unos caldos de una calidad y cualidad “especial”, de manera que la bodega presenta dos vinos “singulares” y “únicos”, de una mineralización “acusada” y, además, con la característica de que las etiquetas que llevan han sido realizadas a mano.
Estos dos caldos se completan con un tercero que la bodega también lanza este 2011, como es el ‘7 Navas Selección 2007’, en la línea del ‘Selección 2006’, pero con una diferenciación con el anterior, tanto en la selección del viñedo para su elaboración como en su vinificación, más esmeradas.
Balance
Según se ha indicado desde la bodega y coincidiendo con el comienzo de un nuevo año, el balance que realiza Garnacha Alto Alberche del año que ha finalizado ha sido “positivo”.
2010 ha terminado “en plena actividad” y con un proyecto “más consolidado”, han explicado, incidiendo en que los últimos doce meses han sido los del “posicionamiento” de los productos que elabora, tanto en el mercado abulense como nacional e internacional, especialmente, en este último caso, gracias a la labor desarrollada por la empresa New Spain Wine, que está llevando sus vinos a diversos lugares del mundo, pero, sobre todo, al continente americano, donde Brasil ha sido la última incorporación.
Finalmente, de 2010, se han destacado los “frutos” que han dado el “trabajo silencioso” que se ha venido realizando años atrás, con la puesta en marcha de un “ambicioso” proyecto junto a empresarios de Méntrida “(Toledo) y San Martín de Valdeiglesias (Madrid), así como con empresarios de Cebreros, El Barraco y Navaluenga.