[Fuente: rioja2.com]
Se trata de uno de los Riojas más emblemáticos y con mayor reconocimiento en el mercado español. Para conmemorar este centenario, Bodegas Bilbaínas ha presentado la nueva identidad de la marca que destaca la calidad y los valores del Rioja, y reafirma la autenticidad de Bodegas Bilbaínas.
Con su creación hace 100 años, nacía uno de los vinos de reserva más emblemáticos de La Rioja. Viña Pomal fue ideado por Santiago de Ugarte Aurrecoechea, Cofundador de Bodegas Bilbaínas y primer Director Gerente de la Sociedad. Viña Pomal ha sido desde sus orígenes un referente de calidad y estandarte entre los reservas de La Rioja. A lo largo de su historia ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder de vista las características originales y que lo han convertido en toda una referencia en el sector.
Elegante, equilibrado y con persistentes notas de crianza, permanece durante 18 meses en barricas de distintas maderas y edades, y hasta un mínimo de dos años en botella borgoña antes de ver la luz.
Un siglo de historia
Los orígenes de Viña Pomal se remontan al Rioja cepa Borgoña, un vino creado en el año 1904 por Santiago de Ugarte Aurrecoechea. A finales de 1908 e inicios de 1909 aparece por primera vez el nuevo vino con la denominación Viña Pomal Rioja cepa Borgoña. Más tarde, el 30 de junio de 1924, correspondiente a la cosecha de 1922, aparece la primera etiqueta que incluye Viña Pomal como única denominación del vino.
La identidad del centenario
Con motivo de su centenario, Viña Pomal estrena una nueva identidad que destaca la calidad y los valores del Rioja, y reafirma la autenticidad de Bodegas Bilbaínas. El nuevo diseño de las etiquetas resulta más elegante, discreto, respetuoso, íntimo y sublime; y se declina en el conjunto de la gama: Viña Pomal Centenario, Viña Pomal Reserva y Viña Pomal Gran Reserva.
Bodegas Bilbaínas
La historia de Bodegas Bilbaínas se remonta al año 1859 cuando para hacer frente a la filoxera que asolaba los viñedos franceses, la empresa Savignon Frères et Cie. se instaló en el histórico barrio de la estación de Haro.
Aunque la mayor parte de la producción tenía como destino el mercado francés, Savignon Frères decidió afincarse en España y construir una bodega que –a diferencia de otros bodegueros– controlaba el proceso de principio a fin.
Cuatro décadas más tarde, cuando la filoxera había sido prácticamente erradicada en Francia, la empresa abandonó su actividad en Rioja y puso a la venta las instalaciones de Haro. En 1902, un grupo de empresarios bilbaínos fundó Bodegas Bilbaínas.
Se apostó por potenciar los vinos espumosos que se elaboraban desde finales del siglo XIX y Ederra pasó a ser el crianza elegido para el consumo diario del palacio del Rey Alfonso XIII.
En 1925, Bodegas Bilbaínas fue distinguida con el título de Proveedor de la Casa Real y Patrimonio. En 1997, Bodegas Bilbaínas inició una profunda renovación de la bodega, tanto en el terreno vitivinícola como en el arquitectónico; a la vez, que se ampliaron y renovaron las instalaciones de la bodega.