Trasnocho 2005, un afamado vino de la Rioja Alavesa

[Fuente: diariosigloxxi.com]


Fernando Remírez de Ganuza, dueño de la bodega que lleva su nombre y apasionado viticultor, es estricto en cuanto al cuidado de su viñedo, la selección del fruto y las fermentaciones.

En la vendimia recoge aquellas uvas que están en perfecto estado sanitario y de maduración. El transporte lo realiza en cajas de 12 kgs. y en la mesa de selección establece tres bandas: En la primera separa los granos sueltos; en la segunda comprueba el estado sanitario de la uva, desechando los racimos defectuosos y en la tercera, los racimos ya seleccionados, divide en “puntas” y en “hombros” para su elaboración por separado. Los “hombros”, parte superior del racimo con mejores cualidades, los destina para los vinos de reserva; de las “puntas” salen los vinos jóvenes por el sistema de maceración carbónica.

La fermentación se obtiene en depósitos de acero inoxidable troncocónicos y de poca capacidad. Posteriormente de allí, el vino pasa a barricas nuevas de roble para completar la fermentación meloláctica.

Fernando nos revela el por qué del nombre de esta botella: “Antiguamente, en la Rioja, la fermentación de los racimos enteros se realizaba en “lagos abiertos”, es decir, en depósitos de hormigón donde se iban obteniendo sucesivos tipos de vinos de diferentes características.

Al primer vino extraído, el más ligero y con menos alcohol se le denominaba “Lágrima”. Le seguía otro, ligeramente más denso, que recibía el nombre de “Medio”. Éstos se obtenían por gravedad. El tercer vino era el “Repiso” que se producía por el pisado de racimos que, horquillada a horquillada, iban, poco a poco, apartándose y amontonándose en un costado del lagar.

Del montón de racimos pisados rezumaba el mosto que se denominaba “Trasnocho”, que era el más limpio, ya que se obtenía durante la noche, para que no tuviera ningún tipo de agresión. Los racimos se llevaban, posteriormente, a un trujal donde se prensaban y daban origen al vino de prensa. Trasnocho, por su calidad, era el vino que bebían en Navidad los cosecheros, por ser el primero que se aclaraba y permitía apreciar las características organolépticas propias de esa cosecha. Guiándose por él, los almacenistas compraban por adelantado, el vino que después irían comercializando a lo largo de todo el año. Espero que, en estas Navidades, se brinde con este magnífico vino”.

La Cata
Color cereza intenso con ribete granate. Aromas tostados y fruta madura con elegantes recuerdos de mora obscura y notas de ebanistería, en nariz.
En boca se muestra potente, complejo, redondo, sabroso, con grata presencia frutal, equilibrado y carnoso. Sensaciones torrefactas retronasales con atisbos de roble fino. Amigo de setas silvestres, verduras salteadas, carnes rojas al carbón y nueces con quesos de Iriazabal.

Ficha Técnica
– 90% tempranillo. 10% graciano.
– Graduación Alcohólica: 14 ºC.
– Precio: 55 €.
– Calificación: 92/100.

Referencia
– Bodega Fernando Remírez de Ganuza, S. A.
– 01307 – Samaniego (Álava)
– Tel. 945 609 022
– Fax: 945 623 335
– Sitio web: www.remirezdeganuza.com
– Correo electrónico: fernando@remirezdeganuza.com