[Fuente: eldiadevalladolid.com]
La Denominación de Origen Rueda y concretamente su vino emblema, el verdejo, están de moda. Si la primera bodega de la Ribera de Duero que desembarcó en la comarca fue Emina, ayer abrió sus puertas de forma oficial la de Pradorey del Grupo Cremades. El director general de Pradorey, Fernando Rodríguez, explicó que el Grupo Cremades decidió instalarse en Rueda para aprovechar las sinergias con la bodega de la Ribera del Duero. «También comercialmente ganábamos un punto al vender conjuntamente un buen vino tinto con un buen vino blanco».
De los 9,5 millones de inversión de la nueva bodega, ocho millones han ido destinados a la creación del edificio y el resto para dotar de tecnología a la bodega para la elaboración de vinos. «Incluimos el sistema boreal, que es revolucionario en España para enfriar el vino y que consiste en un sistema de enfriamiento de las pastas por CO2, para así poder extraer todo el aroma y todo el sabor del verdejo». La producción anual que puede albergar esta bodega asciende a los dos millones de botellas, aunque para la próxima añada se sacarán al mercado 650.000 de entre todas las variedades como la verdejo, sauvignon dulce, sauvignon semi seco y una pequeña tirada de espumoso. «Nuestra idea es lanzar un pequeño test de mercado con los espumosos y si funciona bien seguiremos adelante». La bodega de Pradorey en Rueda se expande por una superficie de 2.500 metros cuadrados y está ubicada junto a la A-6. El edificio sostiene una arquitectura moderna y funcional que destaca entre las actuales construcciones de la Denominación de Origen Rueda.
También la bodega está encaminada al enoturismo con varias salas de cata y un restaurante de alta cocina gestionado por un restaurador externo a la bodega donde se podrá degustar la gastronomía castellana. También la nueva bodega dispone de dos salas de catas, una de 53 metros cuadrados y la otra de 21 para organizar cursos a los visitantes que se acerquen hasta ella. Asimismo en estas instalaciones también hay un lugar para la exaltación de los sentidos con el objetivo de acercar el mundo del vino a todos los públicos. En el ‘Túnel de los Sentidos’ el visitante podrá conocer los diferentes colores de los vinos, así como experimentar en primera persona los diferentes aromas de los caldos.