[Fuente: diariomalagahoy.com]
Unas seis hectáreas de viñedos, la mayoría situados a escasos dos kilómetros de la meseta de Acinipo, la vieja ciudad romana de los vinos donde se acuñaban monedas con el símbolo de la vid, es parte del contexto en que produce sus vinos la bodega Viloria en Ronda que hoy comienza a comercializar su primer producto.
Su nombre comercial es Lagarijo, fruto de las cosechas de los años 2005 y 2006, y según el enólogo de la bodega, Juan Manuel Vetas, es «un vino joven, mezcla de las variedades tempranillo y cabernet sauvignon, afrutado, muy ligero y fácil de beber».
Junto a este vino, la bodega comercializará también un importante número de botellas de tinto de crianza, mezcla de las variedades de uva tempranillo, cabernet, cyrac y petit verdot que han permanecido ocho meses en barricas de roble francés, embotellados desde el pasado mes de febrero.
En total serán 15.000 botellas debido a que «las cepas eran muy jóvenes en 2005, cuando apenas tenían dos años», explicó ayer Isidoro Morillas, socio de los propietarios, al tiempo que indicó que la intención de la bodega es sacar desde el año que viene entre 25.000 y 30.000 botellas anuales, valiéndose para ello de añadas más productivas.
Este vino se une a la amplia producción de caldos ya existente en la Serranía de Ronda, donde producen vinos diez bodegas y donde existen otros diez proyectos que empezarán a comercializar su producción en dos años.
La Asociación de Viticultores de la Serranía estima que la vendimia de este año en las 200 hectáreas que se cultivan en Ronda producirá entre 750.000 y 900.000 botellas de vino los próximos años. Las especiales condiciones climáticas de la serranía son una de las señas de identidad de sus viñedos.