Esta copa de vino que nunca -jamás, en la vida, ni por esas- volcará porque está diseñada a prueba de derrames.
Es estupendo que haya gente en el mundo que piense en todo. Como el diseñador Christopher Yamane y el estudio de diseño en el que trabaja, Super Duper Studio, en San Francisco. Ellos son los creadores de esta copa de vino que nunca -jamás, en la vida, ni por esas- volcará porque está diseñada a prueba de derrames. Se llama Saturn Glass Wine y es todo un inventazo si te gusta dar fiestas en casa pero odias las manchas de vino que provocan.
Unificar las técnicas tradicionales de torneado y soplado de vidrio italianas con las escandinavas para dar con el diseño de una copa de vino perfecta, con una base inusual, moldeada por artesanos de Oakland, California. Ese es el secreto para que tú puedas disfrutar plenamente de tu vino sin miedo a derramarlo. O dar una fiesta y que entre el jaleo alguien vuelque una de las copas, pero no pase nada. Y si no os lo creéis, mirad este vídeo demostrativo:
¿Cómo han conseguido que la copa no vuelque nunca? Sencillo. La base está diseñada para girar sobre sí misma, así que aunque le des un empujón o un golpe dará vueltas hasta asentarse en un nuevo ángulo. De esta forma y gracias a ese ingenioso diseño, la línea de copas Saturn Glass Wine puede asegurar que esta a prueba de manchas. Y otro punto más a su favor: la base también es perfecta para almacenarlas, como podéis ver a continuación.
Las copas se pueden adquirir aquí en dos tamaños: 125 ml y 175 ml y aunque el precio nos parece un poco caro, merece la pena si con ello nos ahorramos un montón de disgustos y facturas de la tintorería.
El único fallo que le vemos a estas copas es que sin un tallo por donde sujetarlas, la temperatura de la mano puede recalentar el vino. Por eso, Yamene y los responsables del estudio recomiendan estas copas especialmente para el vino tinto, pues se puede beber a temperatura ambiente frente al vino blanco, que preferentemente se sirve más frío.
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