Hazte pasar por sumiller con las recomendaciones de Ferran Centelles.
No sabes por dónde empezar, las fiestas están al caer y todavía no has elegido el vino. Suele ser la gran preocupación de aquellos que no cocinan durante las cenas o comidas navideñas: Acertar con las botellas que se descorcharán en tan señaladas fechas.
¿Qué vino para los aperitivos? ¿Y para acompañar a la carne? ¿Dónde y cómo servirlo? Nuestro sumiller, Ferran Centelles, nos ha preparado un decálogo para saber exactamente qué elegir o hacer en cada momento.
1. Recibe ofreciendo una copa y no te escondas en la cocina
Las reuniones festivas son para socializar y pasar un buen rato, ese día todo tiene que estar preparado con antelación. ¡Tarea difícil pero no imposible! Si quieres quedar como un anfitrión excepcional, no te pierdas entre los fogones y recibe a tus invitados con una copa. Y no te olvides de seleccionar una buena música ambiente para crear una atmósfera agradable.
2. El vino de aperitivo, mejor ácido que dulce
Muchas veces solemos ofrecer bebidas edulcoradas como refrescos, cócteles o vinos semidulces. Este año escoge una botella de espumoso blanco seco, de marcada acidez. Un buen aperitivo puede hacer que tus invitados ingieran hasta un 10% más de comida y tengan una mejor digestión. Los espumosos aumentan el apetito y son un maridaje perfecto para cualquier tentempié.
«Si quieres quedar como un anfitrión excepcional, no te pierdas entre los fogones y recibe a tus invitados con una copa”
3. Usa la cubitera
¡Busca en el baúl de los recuerdos y desempolva la cubitera! Las fiestas navideñas y las reuniones multitudinarias. Estéticamente realza la i son el momento ideal para recuperarladea preconcebida de evento importante y, en la práctica, es una gran aliada para mantener la temperatura. Recuerda siempre poner abundante hielo y colócala en una mesa auxiliar, que no moleste a tus invitados.
4. Empieza descubriendo un vino
También puedes escoger como aperitivo un vino de moda o una botella más arriesgada.Los que marcan tendencia son los llamados «naturales» (elaborados con mínima intervención en bodega), también los espumosos ancestrales (realizados a la antigua usanza cuando todavía no se controlaba la segunda fermentación en botella) y los rosados pálidos de poca extracción.
La recuperación de variedades autóctonas que habían caído en el olvido es también todo un descubrimiento, lánzate con alguna de ellas. La Sumoll, Rufete, Souson o Baboso Negro en uva tinta y la Maturana blanca, Lourerio y Albarín en uva blanca son ideales para dar el pistoletazo de salida.
5. Comenta tus vinos
Contar una historia alrededor de los vinos elegidos, supone un plus. No es necesario el uso de un lenguaje técnico y enrevesado, el objetivo es llevar a todos los comensales a un mismo viaje. Documentarse un poco y crear un relato, incluso anecdótico, nos permite compartir nuestra experiencia.
«Los vinos que marcan tendencia son los llamados «naturales», los espumosos ancestrales y los rosados pálidos de poca extracción”
Explicar y relatar el vino aumentará la satisfacción de tus invitados; a mayor expectativa mayor será la percepción de sabor y aroma que caracterizan a un vino y más sensaciones y emociones provocará.
6. Atrévete con algún maridaje
La batalla ha empezado, ¿Quién será el familiar o amigo que nos dejará boquiabiertos? Practica un maridaje sencillo, recuerda que elegir a conciencia una botella para un plato en concreto puede aumentar notablemente el placer percibido. Aquí tienes tres ideas muy fáciles de aplicar y con resultados sorprendentes:
- Los pescados con un toque de eneldo. El consumo de pescado llega a aumentar un 30% en Navidad, comparado con la media anual, así que seguramente te tocará cocinar alguno…Ten en cuenta el eneldo como condimento, una de las hierbas aromáticas que mejor funcionan con vinos como el Albariño, el Verdejo o el Xarel·lo.
- Para las carnes con nuez moscada. ¿Sabías que según François Chartier, uno de los expertos sobre maridaje a nivel mundial, la nuez moscada produce una sinergia genial con vinos tintos que han envejecido en barrica? Esto se debe a las moléculas aromáticas que ambos tienen en común ¡Adereza tus guisos con una pizca de esta especia y acertarás!
- Y para los postres, vinos dulces. La Navidad es época de turrones y dulces, así que no olvides incluir un buen vino dulce en un gran fin de fiesta. La armonía entre vino dulce y postre genera un recuerdo a bombón delicioso, en especial, cuando el postre contiene cacao.
«Practica un maridaje sencillo, recuerda que elegir a conciencia una botella para un plato en concreto puede aumentar notablemente el placer percibido”
7. ¡Descorcha un magnum!
Este formato de botella, con una capacidad de 1,5 litros o el equivalente a dos botellas normales, no es sólo un tamaño que permite envejecer mejor los vinos de una manera gradual. Su aspecto crea expectativas que harán disfrutar aún más de la celebración y quedarás muy bien, con el valor añadido que abastecerás hasta 18 invitados tranquilamente.
8. Acaba con un gran clásico
Cambia tu registro a medida que transcurre el festín. Acompaña tus platos principales con un clásico: es una apuesta segura que no puede faltar. Un Rioja, Ribera, Bierzo, Jumilla, Montsant o Priorat son indispensables en una mesa y harán las delicias de los paladares más tradicionales.
9. Haz un guiño a algún invitado con un vino afín a él
Según otro estudio, las bebidas que más nos gustan están directamente relacionadas con las que estamos familiarizados a beber habitualmente. Así pues, apúntate un tanto e intenta escoger un vino próximo a la región de origen de alguno de los asistentes; indudablemente, a él le encantará la elección y los demás disfrutarán con ese detalle.
«Cambia tu registro a medida que transcurre el festín. Acompaña tus platos principales con un clásico: es una apuesta segura que no puede faltar”
10. No falles con las temperaturas de servicio y escoge una buena copa
¡Servir un vino es de las cosas más fáciles del mundo! Si no disponemos de buenas copas, es el momento de hacer una pequeña inversión. Una copa y una temperatura adecuada aseguran un aumento de la experiencia sensorial. Os dejo una breve guía de la temperatura:
- Espumosos: 6-8 grados.
- Blancos y rosados: 6-9 grados.
- Blancos de Crianza: 10-12 grados.
- Tintos jóvenes: 12-14 grados.
- Tintos de crianza y reserva: 16-18 grados.
- Dulces, fortificados y vinos de licor: 14-16 grados.
Con todo esto, ¡os deseo un feliz maridaje y un próximo vino nuevo!
Por Ferrán Centelles. Visto en lavanguardia.com. Foto DragonImages / Getty