Botellas: Los diseñadores las visten de largo

[Fuente: eldiariomontanes.es]

El diseño ha llegado a la botellas, la cubre de arriba abajo y parece que con él se vende más, prueba de ello es cómo se estrujan el coco los bodegueros para que, además de hacernos obligada e inolvidable la visita a sus instalaciones -patente en miles de detalles-, también nos llame la antención la botella en la que encierran sus vinos: que la etiqueta sea un objeto de deseo, que la cápsula sea digna de coleccionar y que todos los objetos que las rodean resulten complementos imprescindibles en una buena cocina. Arquitectos como Ghery, Moneo, Calatrava o Foster, proyectan complejos que van más allá de las meras instalaciones, ya que se complementan con hoteles de lujo, spas de vanguardia y con la sabiduria de las uvas al servicio del paladar y de la belleza los convierten en centros para visitar. La firma Marqués de Murrieta, una de las mas antiguas de la Rioja, ha encargado la reforma de sus instalaciones al interiorista y arquitecto Luis Galliusi, «Es una de las bodegas mas antiguas de la Rioja -comenta- y estoy feliz porque si a cualquier interiorista o arquitecto le preguntas por el proyecto más significativo que te tiene que tocar en España para estar «en ruta», todos te responderan que una bodega y que me lo haya encargado la firma Murrieta es maravilloso, porque ademas es estupendo trabajar con ellos».

Las más importantes bodegas patrocinan concursos de diseño relacionados con el mundo del vino, como es el caso de Franco Española con los alumnos de IADE para promover la imagen de uno de sus caldos, Barón de Anglade. El Fashionwine ha sido otro proyecto muy especial promovido por Lavinia y varias bodegas, en el que diseñadores de moda realizaron las etiquetas de unas ediciones limitadas de vinos con motivo de la Noche de San Lorenzo, el pasado julio.

Un toque personal

Las Bodegas Arrayan, fundadas en 1999, eligieron al pintor Eduardo Arroyo para que diera forma a la imagen de marca de sus vinos: «He diseñado -dice el artista- una etiqueta que sirve para todos los vinos que produce Arrayan. Se trata de una cabeza de mujer que para mí simboliza la vid, y estoy muy satisfecho de ella.Ya había hecho este tipo de trabajo para bodegas italianas, francesas y suizas. Incluso para Enate, una bodega de Somontano. Fuera de España es normal pedir a los artistas que personalicen de algún modo tu botella, o tu bodega. La verdad es que he asistido al nacimiento de este vino, y desde las cajas a los tapones, todo tiene una coherencia y una gran sensibiidad y creo que el resultado es que Arrayan es una de las vinos mejor presentados».

Laura Murphy, directora comecial de la firma comenta que es importantísimo cuidar lo que va dentro de la botella, pero también «lo de fuera, la botella, su estética,la presentación, hacer que llamen la atención. Y esta cabeza de Arroyo ya es básicamente nuestra imagen, la imagen de la bodega y de todos nuestros vinos. está en las tarjetas de visita, es nuestra presentación y la gente reconoce el vino por la etiqueta… Hay muchos que no se acuerdan del nombre del vino y piden …«el vino ese de la cara».

Fausto González, director general de Bodegas Martue, apunta a su vez que es absolutamente importante el diseño, pero siempre ligado a la fomula y al espíritu que tenga la firma, «Debe de haber un denominador común que abarque todo, pero sí es verdad, la etiqueta, nuestra «M», es nuestra tarjeta de presentación».

Estilos por países

Las bodegas Olvena, de Somontano, encargaron todo el diseño y la imagen corporativa de su marca al diseñador gráfico Isidro Ferrer, premio nacional de diseño gráfico y premio nacional de ilustración. «Necesitaban una diferenciación y que la etiqueta fuese reconocible. Intenté dar una idea global, como un aire de familia a toda la marca y un diseño personalizado para cada tipo de vino, de ahí que sea como si contara una historia. Para algunos elegí el zarcillo, tan vinculado a la viña y con esas formas tan bonitas, limpias y naturales, luego el «4», que se llama así porque así se conoce a ese pago por su forma. Paseandopor él en verano me dí cuenta de que estaba lleno de libélulas maravillosas por lo que utilicé también su nombre «El pago de la libélula», que suena a novela, tambien tenemos El pájaro, La uva… Hay más hstorias, pero todas pensadas en estrecha colaboración con los propuietarios».

Angel Fontes, director de la Enoteca de Barolo, abierta hace tres años y ya un clasico con sus 1500 referencias en vinos, afirma que el diseño es muy importante a la hora de vender, pero no definitivo, aunque cuanto más novedosa es la zona de bodegas, mas importancia tiene el diseño. «Es curioso -dice- pero en el segmento medio y alto de las marcas más importantes, tipo Riscal o Murrieta, se mantiene un diseño muy clásico pues va unido a esa imagen de marca. Sin embargo, en los vinos de gama alta en zonas emergentes, tipo Jumilla, las etiquetas tienen un enorme diseño e incluso las bodegas. En Cataluña pasa lo mismo,.. Solemos ser clásicos con las etiquetas, enFrancia pueden ser hasta aburridas, mientras que en Italia los bodegueros son auténticos reyes del diseño… los australianos son los más modernos y se alejan de lo que tradicionalmente se ha dado en Europa. Pero en España me llama la atención el estilo del grupo Orowines, que han apostado en todas sus bodegas por un diseño muy potente. Se dirigen al público americano y han agrupado pequeñas bodegas de zonas variadas, hay de Jumilla (el Nido y Clio), de Calatayud (Garnacha de Fuego), Cataluña (Can Blau y Mas de Can Blau), Todas tienen mucho y buen diseño».