Martínez Corta presenta sus nuevos vinos premium Cepas Antiguas Tempranillo y Cepas Antiguas Garnacha

El lanzamiento de esta nueva gama es fruto del esfuerzo y la pasión de cuatro generaciones dedicadas al vino y la viticultura

“No hay herencia más valiosa que la sabiduría de nuestros antepasados”. Éste es el espíritu y la razón de ser con la que se lanza al mercado Cepas Antiguas Tempranillo y Cepas Antiguas Garnacha, la nueva gama de vinos de Martínez Corta, que es fiel reflejo de los valores transmitidos por una familia de viticultores que, durante cuatro generaciones, ha cultivado la vid y ha mantenido intacta su pasión por el vino. Una historia en la que la tradición y la innovación se encuentran para crear dos vinos únicos que reflejan toda la esencia de la Rioja Alta.

“Con el nombre de Cepas Antiguas, Martínez Corta pone de manifiesto, por un parte, el profundo valor que le confiere a los viñedos centenarios de los que obtienen las uvas destinadas a la elaboración de estos dos grandes vinos y, por otra, el carácter de una Bodega con profundas raíces y amplio bagaje lleno de historias” afirma Fernando Zaratiegui, Director General del Grupo Bornos Bodegas & Viñedos, grupo vinícola al cual pertenece esta Bodega.

Historias que se reflejan en la propia etiqueta y que además podemos encontrar en forma de pergamino en el exclusivo estuche de 3 botellas en el que se comercializan estos vinos.

Los Vinos

Cepas Antiguas Tempranillo. 92 puntos Tim Atkin.

Tempranillo procedente de pequeñas parcelas de viña vieja situadas en Uruñuela, de suelo rico en minerales y pobre en materia orgánica.

Criado en barricas nuevas de roble francés durante quince meses, es un vino de intenso color rojo picota, denso en nariz, con marcada fruta negra madura y final floral. En boca es potente, elegante, estructurado, de gran carga frutal y taninos bien armados, con notas de regaliz, tofe, cacao y vainilla.

Cepas Antiguas Garnacha. 94 puntos Tim Atkin.

Garnacha procedente de parcelas de viña vieja situadas en Alesón, que nos ofrecen la máxima expresión de la variedad.

Criado en barricas nuevas de roble francés durante quince meses, es un vino de color rojo rubí y alta capa, con gran expresividad y aromas a frutas rojas y flores, con armonía de matices. En boca presenta una entrada golosa, untuosa y persistente, con toques de torrefactos y vainilla. Largo y elegante final.

La Bodega

Martínez Corta, perteneciente a la D.O.C. Rioja, es una bodega familiar ubicada en Uruñuela, en el corazón de la Rioja Alta. Un proyecto que representa todo un trayecto iniciado con la plantación de las primeras viñas en las laderas situadas en la ribera del río Najerilla, junto a los pueblos de San Asensio y Torremontalbo.

Desde entonces y hasta el día de hoy, el apellido Martínez Corta ha ido ligado a una historia de sabiduría y pasión por el vino, junto a un esmerado cuidado del viñedo, que no solo ha sabido transmitirse de padres a hijos, sino que, además, ha ido enriqueciéndose con la visión renovada de los más jóvenes. El resultado es una fusión perfecta entre modernidad y tradición.

La Bodega cuenta con un total de ochenta hectáreas de viñedo familiar ubicadas en una zona excepcional, entre los ríos Ebro y Najerilla, donde la humedad ambiente y los factores topográficos crean unas situaciones climáticas muy particulares, mezcla de inviernos suaves y veranos cálidos y secos, con fuertes oscilaciones térmicas entre el día y la noche en la época de maduración.

Allí el suelo es calcáreo y arcilloso, pobre y muy sano, lo que resulta ideal para el cultivo de la vid, asegurando cosechas de baja productividad y alta calidad. Además, la orientación sur de los viñedos garantiza el máximo aprovechamiento de la luminosidad. Todo ello, unido a la equilibrada pluviometría, da como resultado unas condiciones climáticas que favorecen el buen desarrollo de la vid, desde la raíz hasta el racimo de uva.