Mover botellas arriba, abajo y de un lado a otro en una bodega nunca ha sido tan fácil.
Una vez que el vino está en la botella, es necesario moverlo en la bodega para poder etiquetarlo y encapsularlo. Antes el proceso se hacía a mano, pero gracias a la robótica es posible mover cientos de botellas en segundos, y no sólo de un recipiente a otro, sino también de un piso a otro.
La escena es hipnótica: unas ventosas trasladan las botellas y éstas luego suben por un carrusel, que parece una montaña rusa.
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