Además de ser cardiosaludable, el vino tinto puede ser un aliado para perder peso.
Un informe de 2009 de la Universidad de Ulm, en Alemania, sugirió que el revesratrol, un conocido antioxidante encontrado en la piel de la uva, inhibe la producción de células grasas.
Otra sustancia que se encuentra en el vino de forma natural, llamado calcio piruvato ayuda a las células grasas a quemar más energía. Al parecer las mujeres que beben entre una y dos copas de vino diarias tienen un 30% de probabilidades de ganar peso. Una copa promedio contiene 150 calorías.
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