El crítico Robert Parker otorga 96 puntos al Moscatel dulce de Málaga Nº4 Esencia

Es uno de los vinos más singulares del mundo y se necesitan entre 30 y 35 kilos de uva moscatel de Málaga para elabora una pequeña botella de 375 mililitros.

Se han elaborado sólo 1022 botellas numeradas

Únicamente se ha realizado tres añadas del Esencia en los once años de vida de la bodega, la 2004, 2005 y 2011

El Moscatel Nº3 Viñas Viejas 2008 ha logrado 94 Puntos Parker

El crítico estadounidense Robert Parker, considerado el más influyente del mundo, ha concedido 96 puntos al moscatel dulce Nº4 Esencia, el top de la bodega de Grupo Jorge Ordóñez en Málaga Así ha descrito Parker al Nº4 Esencia: “es un elixir dulce, la verdadera esencia de Moscatel, que debería ser eterno”. La cata de Robert Parker destaca que tiene una nariz explosiva y exótica, con mezcla de aromas de flores blancas, hojas de laurel, hierbas mediterráneas, leche evaporada, albaricoques secos y melocotones caramelizados. El paladar es dulce y denso, pero al tiempo es ligero, sutil y complejo. Parker también ha catado el Nº 3 Viñas Viejas, dándole 94 puntos y calificándole de soberbio.

La uvas destinadas para el moscatel Nº4 Esencia proceden de los viñedos más viejos de Jorge Ordóñez en Almáchar, muchos centenarios, situados a altitudes comprendidas entre 500 y 900 metros. Todos están en pendientes, nunca en plano, en terrazas, donde los quemaría el sol. Las uvas se secan durante un par de meses en cajas de madera a la sombra, nunca al sol, para preservar su acidez.

La complejísima elaboración del Esencia de Jorge Ordóñez es destacada por Robert Parker que indica como su fermentación es muy lenta, alrededor de un año, y se realiza en barricas de roble francés pequeñas, en las que el vino madura durante dos años.

Parker también ha catado el Nº3 Viñas Viejas, ha otorgado 94 puntos y destacado: su color ámbar profundo, básicamente naranja, con una brillante y limpia nariz de miel, albaricoques secos, polen y cera de abejas. Incide en que es limpio y poderoso con la complejidad añadida de un tiempo en botella. El paladar es denso y muy equilibrado, con una gran armonía entre dulzura y acidez. Señala, por último, como mantuvo abierta la botella de dos a tres semanas y el vino no cedió nada.

La puntuación para la añada del Viñas Viejas 2010 ha sido de 93 puntos y el crítico destaca que desarrollará más complejidad aromática con un poco más de tiempo en botella. Las uvas destinadas a este vino también se secan en la bodega durante dos o tres meses y se fermentan lentamente en diferentes barriles de roble que se van rellenando para evitar la fermentación.