Tras más de 100 años de historia elaborando vinos tintos de calidad, Viña Pomal ha elaborado su primer blanco. Con este lanzamiento, la marca riojana vuelve a reflejar la mejor tradición vitivinícola de la región ofreciendo un vino blanco de gran frescor y equilibrio.
El nuevo vino se elabora con uvas propias de viñedos cercanos a la misma bodega: Bodegas Bilbaínas. La finca está situada en terrenos de aluvión y lindando con el río Ebro. Es uno de los primeros viñedos de la Denominación de Origen al atravesar el desfiladero de las «Conchas de Haro».
Esta zona tan particular destaca por la confluencia climática tanto atlántica como mediterránea y se encuentra en el límite de cultivo. Todas estas características son perfectas para que se desarrolle la finura y expresión aromática de las variedades tradicionales de la región con las que se elabora este vino: la Viura y la Malvasía.
Diego Pinilla, Enólogo de Viña Pomal, nos comenta que: “Bodegas Bilbaínas históricamente había elaborado vinos blancos y queríamos recuperar esta tradición porqué tenemos fincas de mucha calidad. La Viura nos aporta la base de este vino, dándole su peso y sutileza. Mientras que la Malvasía nos aporta frescor, chispa y su fragancia aromática.
Además, Viña Pomal blanco se fermenta en barricas de roble americano y francés. (50%-50%) y permanece durante 4 meses en contacto con sus lías realizando periódicos y suaves batonnages. De este modo, el resultado final es un vino más amplio en boca y con mayor complejidad.
Viña Pomal blanco 2012 aparece en exclusiva para la Hostelería Selecta y la Tienda Especializada de vino, pues tiene una producción muy limitada. En el mes de mayo saldrá su segunda añada, la 2013.
El primer Viña Pomal se elaboró en 1908 y desde entonces ha sido uno de los vinos emblemáticos de Rioja. Destaca por haberse sabido adaptar los nuevos tiempos sin perder de vista las características originales que le han dado su reconocimiento y su prestigio. Es uno de los clásicos de Rioja y representa la historia vinícola de este país. De hecho, su registro embotellador es el más antiguo de la región. Otra de las características únicas que lo ensalzan es que Viña Pomal da nombre a su propio viñedo, algo muy poco común en La Rioja Alta.