“El Club de los 300” propone a sus socios comprar un lote de vino exclusivo producido por Bodegas Muga para financiar la educación de los jóvenes haitianos.
Bodegas Muga y la Fundación Cuentasueños repiten por segundo año consecutivo la colaboración en el proyecto solidario “El Club de los 300”. Sus socios se comprometen a adquirir un lote de 6 botellas de un vino exclusivo cuyos beneficios serán destinados a becar los estudios de secundaria de 120 jóvenes de Puerto Príncipe, la capital de Haití.
“Haití” es el nombre elegido para el vino solidario de este año, un vino procedente de una viña muy especial situada en Villalba de Rioja, el pueblo de origen de la familia Muga.
En este “terruño”, se cultivan los viñedos con más simbolismo, ya que son las últimas viñas plantadas por el fundador de Bodegas Muga. Es un viñedo clavado en roca, con apenas 50 cm de suelo. Un entorno idílico con una perfecta combinación de suelo y clima. Serán tan sólo 1.800 botellas que se pueden adquirir exclusivamente a través del “Club de los 300”.
club de los 300
Juan Muga, Director Comercial de Bodegas Muga, viajó este verano hasta Haití para ser testigo de la devastación sembrada por el terremoto del 2010 y poner en marcha esta segunda apuesta solidaria que pretende cambiar vino por educación. Sobre el terreno, la gestión del proyecto corre a cargo de la ONG “Artist for Peace and Justice”, contraparte de la Fundación Cuentasueños.
El acuerdo entre Bodegas Muga y la Fundación Cuentasueños pretende cumplir, un año más, el sueño de mejorar la vida de los más desfavorecidos. El proyecto cuenta con la colaboración desinteresada de Seur (responsable de los envíos) Estuchería Vargas (responsable del embalaje), Cork Supply (han cedido los corchos), Ramondín (han cedido las cápsulas), Label Grafic (impresión de las etiquetas), Crea 3 Publicidad (diseño de las etiquetas y de las cápsulas), Hotel Intercontinental (cesión espacios para cena presentación de Haití al Club de los 300).
Producto sólo para Socios de “El Club de los 300”: 180 euros / 6 botellas.
Para más información: //es.dreamtellers.org/proyecto/educando-en-haiti/
El año pasado, vino por agua en Etiopía
En 2012 el proyecto se centró en cambiar vino por agua en Adís Abeba (Etiopía), una iniciativa que reunió 50.000 euros por la venta del vino “Flor Nueva”, traducción al castellano del nombre de la capital etíope. Desde este verano se están construyendo diversas instalaciones de saneamiento, quioscos de agua potable, duchas, letrinas y tanques que mejorarán las condiciones de vida de alrededor de 6.500 personas.
Sobre Bodegas Muga
Bodegas Muga, fundada en 1932 en Haro (Rioja Alta), cuenta con 250 hectáreas de viñedos propios y con la tercera generación al frente, exporta a más de 60 países. Tradición y modernidad son los pilares básicos sobre los que se asienta su filosofía, un contraste que se traduce, por un lado, en el aspecto artesanal y manual, del proceso de elaboración y, por otra, en la continua apuesta por la investigación, la innovación y la enología.
Sobre Fundación Cuentasueños
Fundación Cuentasueños es una organización no lucrativa que busca ayudar a quienes sueñan con mejorar la vida de los demás. Formada por un grupo de especialistas en comunicación, narrativa y cinematografía, ayuda en la difusión y captación de fondos para hacer realidad proyectos de cooperación al desarrollo y ayuda asistencial. Desde su constitución, ha colaborado en proyectos que han mejorado la calidad de vida de 40.000 personas en China, México, República Democrática del Congo, Benín y Etiopía.
Nota de cata Haití (cosecha 2010)
Variedades: 70% tempranillo, 10% graciano, 10% garnacha, 10% mazuelo
Al verterlo en la copa fluye denso, casi untuoso que viene a indicar riqueza estructural. En este momento, sin acercarlo a la nariz, ya percibimos su potente, complejo y rico aroma. Quizás su mayor valor. El color es rubí brillante muy nítido y limpio, solo translúcido en el menisco de la copa.
A pesar de ser esperable una cierta falta de integración, debido a su juventud, el vino se presenta armonioso, algo que solo ocurre en grandes cosechas. La olfacción está dominada por compotas de ciruela, manzana y frutillos negros como segundo valor. Todo queda flanqueado, solo a nivel decorativo, con plantas de bajo monte: tomillo, te de monte y recuerdos de romero.
En paladar el vino sabe a lo que huele, se repiten las frutas pero en un punto más fresco. Taninos y acidez se encuentran en un buen estado de integración, aun necesitando tiempo. Es al final del paladar donde el vino pide más botella en forma de ligera sequedad de tanino.
Lo mejor de este vino, sin duda, es el postgusto y la retrolfacción. En posgusto el vino se afirma más generoso si cabe y culmina en una retrolfacción infinita donde las especias catadas se aprecian con mayor nitidez e incluso descubrimos clavo y vainilla que no habíamos encontrado en olfacción directa.
Sorprende su potencia, su elegancia y su complejidad con tan solo un trienio. Sin duda, será un gran vino.