La pasión por el vino se expande en la universidad

Los centros de educación superior españoles impulsan la cultura del vino entre los jóvenes. Las universidades de La Rioja, Rovira i Virgili de Barcelona y las de Valladolid, Cádiz, Córdoba y Extremadura ofrecen el grado en enología.

«Con una copa de vino en la mano…». Con esta frase arranca el célebre pasodoble del recién fallecido Manolo Escobar titulado Mujeres y vino; aunque la estrofa más popular y conocida de la canción no sea esa sino «¡Viva el vino y las mujeres!». Y qué razón tenía Escobar con esto (con esto me refiero al vino). Por un lado, porque nuestro país es el tercer productor mundial de vino y un referente en su exportación en países asiáticos. Por otro, porque varios centros de educación superior están apostando por la oferta de formación en enología y por actividades complementarias para que más jóvenes entonen la melodía de nuestro querido artista, a pesar de que la crisis esté mermando este oficio y su consumo en nuestro país.

Hace más de 15 años nacía el primer grado en enología en España y, cómo no, lo hizo en la región del vino (donde el sector vinícola es un incuestionable puntal), exactamente en la Universidad de La Rioja. Después, la titulación se expandió a la universidad Rovira i Virgili de Barcelona y las de Valladolid, Cádiz, Córdoba y Extremadura.

El objetivo del grado es formar profesionales en el cultivo del viñedo, la elaboración de caldos y la gestión, almacenaje y conservación de los productos. Para ampliar el conocimiento de los jóvenes los estudios se han enriquecido con un programa de doctorado, un máster en turismo enológico, un máster en viticultura, enología y dirección de empresas y varios cursos de especialista universitario.

Un éxito entre mil

Cada año se matriculan una media de 25 jóvenes en este grado de la Universidad de La Rioja. Gonzalo Gonzalo Grijalba y Mar Mota son antiguos alumnos. Aunque Gonzalo realizó primero Biología en León, decidió formarse como enólogo en la UR. Mar Mota, en cambio, estudió Químicas y Enología en la universidad riojana.

A pesar de lo que nos confiesa Gonzalo algo crítico («el 95% de los que terminan están en paro. Solo consigues trabajar de prácticas los 15 días de la vendimia de forma gratuita y en cuanto te licencias, ya nada»); él, junto a su pareja Mar Mota han conseguido encontrar un hueco en el sector. Gracias a que su familia ya se dedicaba a la viticultura, en la actualidad la pareja dirige The Wine Love, una casa con caldos bautizados con nombres tan peculiares como el No Phone, en referencia a un viñedo donde no alcanza la cobertura del móvil; Nunca Jamás, un caldo homenaje a Michael Jackson; y Gran Cerdo, su primera creación en referencia al banquero que le denegó un crédito para financiar el etiquetado de sus botellas.

Pero Gonzalo y Mar no solo trabajan en la producción de vino. También organizan picnics musicales de degustación, como The Mariquitina’s Day o festivales como Vino Sonoro Films, en el que combinan catas de vino con bandas sonoras de películas. Es una manera de acercar el vino a los jóvenes, porque como Gonzalo confiesa existe un cliché falso en torno a ambos. «No es que no sean capaces de catar o que no les guste es que no tienen pasta. Muchos vinos cuestan entre 5 y 12 euros».

Entusiasmo imprescindible

Desde sus inicios en 2009 el centro de formación Basque Culinary Center, ubicado en el País Vasco, tiene integradas algunas asignaturas sobre sumillería en su grado de gastronomía y varios cursos de catas de vino dirigidos tanto a profesionales como a entusiastas.

A partir del mes de enero, BCC pretende convertir al vino en un gran protagonista de las mesas de su facultad. Por esta razón y por la gran demanda de profesionales con un conocimiento exhaustivo y actualizado de este sector, va a poner en marcha un máster innovador a nivel nacional en sumillería y enomarketing. Carlos Falcó -Marques de Griñón-, Paco Berciano, Álvaro Palacios, Pepe Hidalgo, Jaume Gramona y los sumilleres de los mejores restaurantes de España, colaborarán en el máster, junto a otras personas reconocidas en el mundo del vino.

Aunque el joven canario Lolo Román, de 30 años, todavía no tiene entre sus planes matricularse en este título (cursa 2º grado de gastronomía en el BCC), desde que entró en las aulas de este centro tiene claro que el vino va a ser una pieza clave en su vida. «Estudié administración y dirección de empresas en Gran Canaria pero no me veía en ese mundo; entendí que esto era lo que quería hacer», relata. Este año la facultad vasca le ha permitido montar un club de vino junto a varios compañeros. «Cada quince días organizamos una cata con vinos de renombre. Al principio se apuntaron 20 alumnos y ahora vienen entre 42-43. En realidad también hacemos cata general de otros productos, como el queso. A partir de enero, crearemos un blog para ir contando nuestras actividades», explica Lolo.

Pero no solo las universidades relacionadas con el mundo de la gastronomía están pisando fuerte con la formación de enólogos. En muchos centros, aunque a pequeña escala, se organizan actividades complementarias sobre el mundo del vino durante el año académico y en los cursos de verano. Del mismo modo, las universidades extranjeras asentadas en nuestro país apuestan por esta formación para integrar a sus alumnos en la cultura española.

Es el caso de Schiller International University. Este centro norteamericano, ubicado en la capital española, ha organizado este curso académico una actividad extra y al aire libre en torno al vino. Dentro de su asignatura Cross-Cultural Communication, una materia trasversal que se imparte en todos sus programas de grado y máster, el pasado mes de septiembre unos 20 alumnos de países como China, Nigeria, Turquía y Estados Unidos, entre otros, participaron en una jornada de vendimia en la Finca Correal, Paraje de los Alamillos (Navalcarnero-Madrid).

Cómo salir de esta crisis

Uno de los problemas que afecta a este oficio es la falta de empleo. Las universidades facilitan prácticas a sus estudiantes, pero una vez finalizados los estudios es muy cumplejo posicionarse en el mercado laboral. Solo los jóvenes que cuentan con un negocio familiar respiran tranquilos durante la carrera.

«Está claro que el estudiante con inquietudes y con afán de conocer y adquirir experiencia para su posterior incorporación al mundo laboral, no debe de cerrarse las puertas a otros destinos fuera de España como Francia, Chile, Australia, California? La experiencia profesional y personal que se adquiere le servirá para abrirse nuevos caminos dentro de esta profesión», explica Carmen Tenorio, directora de Estudios de Enología de la Universidad de La Rioja.

Tenorio subraya como posibles salidas profesionales en la actualidad las relacionadas con la innovación y la aplicación de las nuevas tecnologías, que permiten tener un mayor control de los procesos de elaboración, gestión y comercialización del producto y las relacionadas con los nuevos mercados emergentes.

Visto en expansion.com.