La escapada integra un vuelo en globo por la Ribera del Duero y allí, en transporte turístico con chófer privado, la visita a tres bodegas, catas de varios vinos y una comida maridada. Se visitan tres bodegas propiedad del Grupo Matarromera: desde la antigua casa señorial y convento jesuita representada por Rento, pasando por la tradición de Matarromera y la versión más moderna y sostenible del Centro de Interpretación Vitivinícola Emina.
La propuesta enoturística del grupo bodeguero Matarromera se amplía con una nueva escapada que reúne una experiencia insólita y única al amanecer con la visita en globo aerostático de la Ribera del Duero y un completo plan enológico durante el resto de la jornada.
El plan comienza en un recorrido de una hora y media en globo por el cielo vallisoletano, que abarca una de las extensiones vinícolas más célebres a nivel internacional, la Denominación de Origen Ribera del Duero, y más concretamente, su zona más premiada y valorada, la que discurre entre Peñafiel y Sardón de Duero, pasando por Pesquera, Valbuena de Duero o Quintanilla de Onésimo, entras otras ilustres poblaciones del mundo enológico.
La posibilidad de disfrutar a vista de pájaro de paisajes castellanos, extensiones de viñedos afamados, sus pueblos, plazas y calles, y templos emblemáticos como el castillo de Peñafiel y el Monasterio Cisterciense de Santa María de Valbuena hacen de la jornada un motivo perfecto para visitar la zona.
Si a ello se le suma la posibilidad de degustar algunos de sus vinos más renombrados, conocer las técnicas de cultivo vitivinícola, visitar el interior de diferentes tipos de bodegas y culminar el proceso con una comida maridada con lechazo típico y hasta cinco vinos, la propuesta es un recorrido por la historia y la cultura del vino que acerca al turista, de una sola vez, a la experiencia enológica más completa.
Una vez concluido el paseo en globo, un transporte turístico privado con chófer guía al enoturista en un programa que recorre tres de las bodegas que Grupo Matarromera tiene en propiedad en esta zona y que responden a estándares perfectamente diferenciados.
La primera, en Olivares de Duero, es Bodega Rento, casa noble construida por el Marqués de Olivares, que luego fue mesón y convento jesuita y que desde el siglo XIX pertenece a la familia de Carlos Moro, presidente del Grupo Matarromera, quien decidió restaurarla y convertirla en la bodega con el vino más exclusivo de la compañía (Rento).
Tras visitar la bodega, se catan los vinos directamente desde las barricas, algo que aporta una experiencia diferente al vino embotellado. El objetivo es conocer la evolución del vino en las diferentes maderas y cómo la barrica modela el su evolución.
El siguiente paso es en la Bodega Matarromera, en Valbuena de Duero, a tres kilómetros de Bodega Rento. Se trata de una bodega proyectada a finales de los 80, con tecnología moderna pero de elaboración tradicional, incorporando los elementos de control de calidad y procesos actuales. Tras visitar la bodega, semienterrada en la ladera, con ayuda de un experto en enología se catan dos vinos diferentes de una de las enseñas vinícolas más prestigiosas en España y con varios premios al mejor vino del mundo.
Una vez se ha conocido el origen del actual Grupo Matarromera, la ruta continúa en la Bodega Emina en el mismo término municipal de Valbuena de Duero. Emina supone un viaje a la modernidad del mundo bodeguero pero también un vistazo al pasado cultural de la zona y al presente del proceso de elaboración del vino, desde la cepa a la botella gracias a su Centro de Interpretación Vitivinícola. En definitiva, una bodega con museo y que cuenta con una particularidad interesante, su Jardín de Variedades en la entrada al recinto, con 40 cepas de diferentes tipos de uva procedentes de todo el mundo (Tempranillo, Cabernet, Syrah, Sauvignon, Verdejo,…). Se hablará del afamado ‘terroir’ de la Ribera del Duero, de las técnicas de viticultura heredadas de los monjes cistercienses, y se accederá a cada una de las salas de la bodega, previamente a participar en un curso de cata privado.
Y para culminar la jornada y reponer fuerzas, la propuesta incluye un almuerzo maridado con cinco vinos, con un menú tradicional castellano compuesto de sopa castellana (maridado con Rosado Valdelosfrailes D.O. Cigales), langostinos al Emina Espumoso (Verdejo Selección Personal Carlos Moro D.O. Rueda), sorbete de manzana verde al verdejo Emina, lechazo churro asado al estilo tradicional con ensalada (Tinto Emina Prestigio D.O. Ribera del Duero), postre acompañado con vino de licor Emina Oxto.
El recorrido se completa con la emisión de diferentes documentales y con explicaciones del chófer-guía turístico, visitas guiadas y catas impartidas por enólogos de grupo Matarromera en sus distintas bodegas.
El precio del paquete para toda la jornada hace que esta experiencia sea asequible para todo tipo de públicos: 250 euros por persona (incluido IVA) con un mínimo de 6 personas. Además, se puede consultar la tarifa para grupos.