Un Tinto espectacular de la Ribera de Duero por su relación calidad-precio, su gran potencial y ser heredero de la excelente cosecha de 2009.
El sueño de Javier Cremades de Adaro hecho realidad, fundador de las bodegas en 1989. Se trata de un monovarietal de Tempranillo, variedad reina de la zona. Catalogado como Crianza, por su reposo de 12 meses en barrica de roble francés que se completa con un envejecimiento de tres meses más en conos de roble francés de Nevers. Un vino que hará las delicias de quienes tengan el gusto de probarlo y que ha sido calificado con 93 puntos Peñín.
Sin duda, un vino que representa todos los valores de cualquier viticultor: el riesgo, la espera, el mimo, el cuidado, la satisfacción. Un vino para disfrutar con los cinco sentidos.
No pierda la oportunidad de catarlo en Enofusión, los días 24, 25 y 26 de enero de 2012, en el Palacio Municipal de Madrid.