[Fuente: diariodeleon.es]
Un ponferradino, Pablo Ossorio, acaba de ser elegido como el mejor enólogo del año 2008 en la comunidad valenciana. La designación no es baladí. Es el fruto del consenso de la Asociación Valenciana de Enólogos, que agrupa a más de 180 expertos en vinicultura de esa región. El galardón reconoce la labor de Ossorio dentro de la vitivinicultura y defensa de la profesión. Pese a su juventud, en el ecuador de la treintena, Ossorio posee una dilatadísima carrera que está lejos de haber hallado aún su cumbre.
Es director técnico de Bodegas Murviedro y de Bodegas Hispano Suizas, ambas con sede en Requena (Valencia), localidad en la que incició su formación. Concretamente en la Escuela de Viticultura y Enología de Requena. Luego dio sus primeros pasos como profesional de la enología en importantes bodegas de la comarca del Bierzo, como la Cooperativa Vinos del Bierzo o Bodegas Hija de Francisco Pérez Adriá. Su andadura profesional le ha llevado también a bodegas de la zona de Aragón (Cariñena y Calatayud), así como a diversos países como Italia y Argentina. Finalmente, en 1997 se asentó en Murviedro (Grupo Schenk), donde es enólogo y director técnico. En 2005 comenzó a promover un proyecto más personal, Bodegas Hispano-Suizas, que compatibiliza con Murviedro.
Las dos bodegas que dirige le permiten realizar todo tipo de vinos. La innovación de la que hace gala Murviedro, con 17 millones de botellas al año, se adapta sobremanera al espíritu de este enólogo, donde ha desarrollado vinos de maceración carbónica con bobal y moscatel, semisecos y dulces, espumosos, aparte de los vinos clásicos de crianza y reserva.
En Hispano Suizas ha logrado crear unos vinos de alta gama como Impromptu y Bassus, siendo el primero de la D.O. Utiel Requena en apostar por monovarietales de pinot noir. En esta bodega también elabora un cava, Tantum Ergo, siguiendo los criterios del champagne francés: chardonnay y pinot noir en las variedades, paso por madera antes de la rima, y más tiempo de crianza en botella. Durante el último año sonó fuerte su nombre por el vino Alba de Murviedro, un vino inspirado en las mujeres fruto de un estudio de mercado en el que se tuvieron en cuenta los gustos de las féminas a la hora de pedir un vino.