Bodegas Terras Gauda, Rías Baixas / De lo mejor en blancos


[Fuente: eldiariomontanes.es]

Esta bodega se creó gracias a la ilusión de los Socios fundadores por hacer hincapié en lo que eran los vinos de O Rosal, una subzona de la D.O. Rias Baixas. La filosofía de la bodega era que el Albariño, siendo como es una variedad nobilísima, podría dar mayor dimensión unida a otras cepas, siempre autóctonas, que le aportasen nuevos matices y que le dieran a los vinos de O Rosal una categoría mayor de la que ya tenían de por sí.

En el año 1990 se funda la bodega y se elaboran, con la uva de los socios vitivultores de la zona, 37.000 botellas de Terras Gauda’90, la primera cosecha, al tiempo que se ponen en marcha las plantaciones propias, siempre con la idea fija de salvaguardar la identidad el vino de O Rosal.

En el año 1991, una vez concretada la apuesta de la bodega por la singularidad, se elabora la primera cosecha de nuestro varietal Albariño, Abadía de San Campio. Tienen cultivada una plantación experimental de tintos con las variedades nobles gallegas, varias de las españolas y algunas de las foráneas, en la inquietud de investigar sobre un tinto politivarietal.

La ubicación

Se asientan en un paraje privilegiado en el valle de O Rosal, muy cerca de la desembocadura del Río Miño por tierras de A Guarda. Los viñedos se encuentran situados entre 50 y 150 m. de altitud sobre el nivel del mar, y gozan de un microclima excepcional caracterizado por temperaturas suaves, con una media anual de 15º C, heladas muy escasas y abundantes precipitaciones. Este microclima propicia una excelente maduración, con elevado contenido de azúcares y con una acidez menor que en otras zonas más al norte de la Denominación de Origen Rías Baixas, más fluctuantes cualitativamente por cuestiones climáticas.

Los vinos

Esta bodega elabora básicamente, tres vinos blancos y algún excelente destilado. El único 100% albariño es Abadía de San Campio, y procede de la selección de uvas de las parcelas de Goian, vendimiadas entre el 29 de septiembre y el 2 de octubre. El mosto obtenido de estas uvas mostró un nivel de maduración excelente, ofreciéndonos un vino de gran carga varietal donde destacan su amplitud y equilibrio gustativos, lo que contribuyó a definir el perfil definitivo de este vino.

A la vista se muestra cristalino, con un intenso color amarillo alimonado. Destaca por su alta intensidad aromática, con predominio de los cítricos -lima, pomelo-, apoyados en un sutil recuerdo de anís. De ataque suave y envolvente, presenta un estupendo equilibrio entre los ácidos y el azúcar aportándole un agradable tacto final.

El vino blanco ‘Terras Gauda’ es el buque insignia de la bodega, una clara demostración de los beneficios de una sabia mezcla de variedades. Está elaborado a partir de los mostos lágrima de las cepas nobles autóctonas del Valle de O Rosal, situado en la orilla gallega del Río Miño, muy cerca ya de su desembocadura por tierras de La Guardia frente al vecino Portugal y dentro de la Denominación de Origen Rías Baixas.

Su acusada personalidad es el resultado de combinar los mostos de la legendaria cepa albariño (70% aproximadamente) con los de las singulares loureira y caiño blanco en las proporciones más adecuadas. El Terras Gauda 2006 es de color amarillo verdoso con llamativos matices acerados. Ofrece un interesante y complejo recorrido aromático, desde marcados recuerdos de manzana madura y frutas de hueso, hasta finas notas de piel de naranja pasando por evocaciones de hierbas aromáticas. En la boca combinas carácter y originalidad con una factura clásica marcada por su gran estructura frutal. Con un ataque carnoso y denso, nos llena el paladar de elegantes sensaciones cremosas.

El ‘Terras Gauda Etiqueta Negra’ es fruto de la fermentación en madera de un vino de O Rosal, elaborado a partir de albariño, loureira y caiño blanco. Después de la maceración y desfangado del mosto, este fermenta en barricas nuevas de roble francés y americano siguiendo con el proceso de crianza sobre lías durante cuatro meses. Vivo color amarillo paja intenso, muy atractivo. Los agradables aromas de melocotón maduro y flor blanca, van de la mano de los recuerdos de mantequilla fundida y las notas ahumadas de la barrica nueva.

En la boca resulta un vino goloso, elegante y freso, con sensaciones de finas maderas que alargan, con un suave tanino su persistencia conduciéndonos a una retronasal amplia en sensaciones de fruta madura y tostados.