La inauguración de la Ciudad del Vino, realizada por el Rey, es una muestra más de la fortaleza del sector vinícola en España. Se trata de un proyecto realizado por las bodegas Marqués de Riscal en los últimos 6 años y con un coste de más de 70 millones de euros.
El arquitecto canadiense Frank Gehry ha sido el artífice de las impresionantes composiciones que combinan titanio en los colores de la empresa (rosa, oro y plata) con la arquitectura tradicional de las bodegas.
Por cierto, en la inauguración se pudo catar el Frank Ghery Selection Reserva 2001. Un vino muy especial realizado a partir de una selección de tempranillo de viñas de más de 40 años y con una etiqueta basada en los primeros bocetos del arquitecto para este proyecto.