Qué bonito es estar rodeados de la gente a la que amamos, de tus familiares, amigos, conocidos, etc.
Regresar aunque sea de vacaciones al lugar donde naciste y ver que las cosas siguen igual en su lugar sin demasiados cambios, pero sencillamente perfecto.
De eso se trata, de disfrutar de la vida con las cosas más sencillas pero que nos hacen felices,
Soy de aquellas que se conforman con poco. No creo que sea necesario tener grandes posesiones para alcanzar la felicidad, porque a fin de cuentas, el gozo de lo material solo dura un momento, pero si sabes reconocer lo sublime en las pequeñas cosas de la vida, podrás estar segur@ de que esos sentimientos nunca se alejarán de ti.
Estos son los detalles de la vida que a mí me hacen feliz y me hacen agradecer el solo hecho de estar vivo. Algunos son profundos, otros divertidos y otros más banales, pero todos tienen algo en común: que son simples.
Marmellans Negre, un vino sencillo, sin demasiadas pretensiones, pero sencillamente perfecto, Joven y afrutado pero con personalidad, agradable y al alcance de todos los bolsillos, un vino para disfrutar en compañía, incluso sólo en una tarde de invierno, o verano, no importa la estación, ya que es un vino que por su sencillez te transporta a esa infancia que tanto añoramos y que de cuando en cuando debemos regresar.
Abre una botella de Marmellans Negre, comparte en una mesa con tus amigos de la infancia, escuchad Aquellas pequeñas cosas en silencio y recordad los grandes momentos de la juventud.
Salud!!! amigos esta va por vosotros