Todavía no ha aterrizado en el mercado, pero ya ha hecho historia: Castillo Ygay Blanco Gran Reserva Especial 1986, una auténtica joya elaborada por Marqués de Murrieta, ha obtenido los 100 Puntos Parker, convirtiéndose en el primer vino blanco de la historia de España en alcanzarlos y coronándose como el Emperador de los vinos de España.
Tras ser catado por Luis Gutiérrez, el crítico responsable de la publicación de Robert Parker ‘The Wine Advocate’ en España asegura que se trata de “uno de los mejores vinos blancos que he probado en toda mi vida”. Castillo Ygay Blanco Gran Reserva Especial 1986 se alza así como el único vino que alcanza la máxima puntuación, una proeza más difícil aún si cabe al tratarse de un vino blanco.
Este hito no sólo marca un antes y un después en la historia de los vinos españoles, sino que también pone en relieve el trabajo constante, serio y honesto que siempre ha caracterizado a Marqués de Murrieta y a la familia Cebrián-Sagarriga que lidera el proyecto. A punto de cumplir los 165 años desde su nacimiento, la primera bodega de Rioja, presidida por Vicente Cebrián-Sagarriga, Conde de Creixell, sigue más viva que nunca.
Con esta añada, la bodega retoma su larga tradición de elaboración de Castillo Ygay Blanco, y lo hace de la mejor manera posible: presentando al mercado un vino que cumple 30 años. Para poder puntuar el vino, la prestigiosa publicación liderada por Robert Parker realizó una cata vertical de Castillo Ygay Blanco, desde 1919 hasta 1986. Entre las añadas catadas, el crítico otorgó también la máxima puntuación a otras dos añadas históricas: Castillo Ygay Blanco Gran Reserva Especial 1919 y 1932. La marca se alza así como la única en el mundo en lograr los 100 puntos Parker tres veces en una misma cata, y cumple así 100 años de máximas puntuaciones.
Tras pasar 252 meses en barricas de roble americano de 225 litros y 67 meses en depósitos de hormigón, el vino se ha afinado en botella durante más de tres años, hasta alcanzar, 30 años después de la recogida de su uva, su mejor expresión en este vino de la primera bodega de Rioja, Marqués de Murrieta fundada en 1852.
Castillo Ygay –tinto y blanco– representa la razón de ser de Marqués de Murrieta: la elaboración de vinos que traspasen el límite del tiempo, permanezcan en la historia y se sitúen en la cúspide de la excelencia mundial para siempre.