Ya ha sido aprobado por la Comisión Europea el reglamento que permite la utilización de virutas de madera de roble en el proceso de elaboración del vino. Esta práctica permite aromatizar el vino simulando el efecto del envejecimiento en barrica de roble.
Esta normativa ha sido fuertemente criticada por todas las Denominaciones de Origen españolas puesto que consideran que atenta contra el procedimiento de elaboración artesanal que es tan distintivo de su calidad como la uva que se utiliza y que favorece la competencia «desleal». De hecho ya en marzo la Conferencia Española de Consejos Reguladores del Vino (CECRV) publicó que daría de baja a aquellos consejos reguladores que autorizasen esta práctica.
La CECRV había solicitado que los vinos elaborados siguiendo esas prácticas lo indicaran en su etiquetado. Al parecer han conseguido parte de sus pretensiones puesto que el reglamento Europeo prohibe que los vinos en cuya elaboración se haya utilizado virutas o serrín puedan utilizar en su etiqueta los términos fermentado, envejecido o criado en barrica o tonel.
Habrá que estar más atentos aún a las etiquetas.