Claramente el mundo está cambiando, y en la cúspide del consumo mundial están los famosos milenials, esos jóvenes que son los nuevos «objeto de deseo» de todas las marcas de lujo y premium del mundo. Jóvenes que cada uno define como quiere, pero que tienen como común denominador que tienen entre 16 y 35 años. Unos trabajan y están solteros y consumen lo que pueden, otros son hijos de clase media- alta, cuyos padres financian los «nuevos caprichos», que son orgánicos, ecco-friendy, y súper caros. Sus gustos van desde los últimos gadgets (son los principales consumidores de iphones) hasta el último bolso de Prada. Cuando van de copas, consumen los licores más caros.
Sí, en el año 2020 gastarán mas que sus padres, herederos de la generación Babyboomer, y pese a la crisis económica mundial, estos jóvenes no renuncian a sus experiencias, sus fiestas y sus marcas. Hasta tal punto son una revolución que Prada anunciaba ésta semana que reducirá un 10% el precio de sus bolsos para que este colectivo pueda comprar mas bolsos por temporada.
Tal cual. Un bolso de Prada costará 1375 dólares (el más barato), algo que según la empresa está «más acorde con los nuevos consumidores que no quieren súper-lujo. Junto a esta rebaja estarán los esfuerzos para incrementar las ventas en redes sociales, entre ellas el lanzamiento de Snapchat. Y no solo Prada se pone las pilas para conseguir mayores ventas entre éste grupo social. Las grandes bodegas hacen lo propio.
Si hace unos años empezamos a ver los vodkas de colores, y los whiskies exóticos como fórmulas para «llamar la atención» de los nuevos consumidores, ha llegado el tiempo de los vinos. Javier Campo González, sumiller con Estrella Michellin asegura: «Una de las inquietudes más preocupantes en el mundo del vino es que la gente joven no es consumidora habitual. Probablemente sea un problema de cultura del cual somos todos un poco culpables, pero lo cierto es que la gente joven es más de refrescos, cervezas o combinados. Los bodegueros, enólogos y creativos se han puesto mucho las pilas en los últimos años y han lanzado al mercado vinos que son muy fáciles de entender y que aportan un toque cool a quienes lo piden».
Para intentar revertir ésta tendencia varias bodegas internacionales (incluidas españolas) han lanzado este año «vinos trendy». Dichos vinos, mas divertidos en «apariencia y producto» esperan que este verano sea «el verano». Más allá de las claras y el tinto de verano, llegan los vinos de color.
AMIGO, DE LA D.O CATALUNYA
El rosado en el que la botella lo dice todo: laborado con garnacha tinta por Clos d’ Agón en el Empordá pero dentro de la D.O. Catalunya por el equipo de Peter Sisseck (Pingus). Este rosado es muy fresco y con toques muy agradables de frutas rojas muy fácilmente identificables. Su nombre, «amigo» es fácil de recordar y destaca que no lleva etiqueta sino un logotipo serigrafiado en la botella. Menos es más.
Moet & Chandon, uno de los productores más nombrados de champagne, ha lanzado también una edición enfocada a salas de fiesta, discotecas y eventos: de aspecto divertido por recomendación de tomarlo «on the rocks» invita a tomar una copa con tus amigos en una noche de fiesta. Es el glamour de las burbujas de Louis Vuitton.
GIK BLUE, OTRO DE LOS VINOS TRENDY QUE TRATAN DE SEDUCIR A LOS MILENIALS
Aunque muchos no lo consideren un vino propiamente dicho, el Gik Blue ha revolucionado el color del vino y lo presenta en azul. Éstos jóvenes de una Universidad del País Vasco se han liado la manta a la cabeza y han lanzado un «vino» transgresor pero que tiene mucha aceptación entre la juventud y en ciertos ambientes de fiesta y presentaciones culturales. Contra gustos, los colores.
Rocío García Francoy, ingeniero agrónomo y enóloga, recomienda un albariño «con estilo» para romper moldes este verano. «La bodega Mar de Frades se ha unido a Alvarno para crear una colorida etiqueta que pretende vincular la bodega al mundo de la moda. Mediante un fondo que simula ser tejido y una cremallera de doble cursor, representan una puesta de sol. Respetando siempre el azul insignia de la bodega, han logrado crear una etiqueta de alta costura». Esta edición limitada de Mar de Frades diseñada por Alvarno es de 2014, y el año pasado la bodega lanzó una nueva edición limitada diseñada por Jorge Vázquez.
LA BODEGA MAR DE FRADES APUESTA POR «ETIQUETAS DE ALTA COSTURA» PARA SUS VINOS, COMO ESTA EDICIÓN LIMITADA.
Como indica Rocío «Este vino de la D.O. Rias Baixas es de la calidad a la que nos tienen acostumbrados en Mar de Frades; un albariño 100% de un color amarillo limón con ribetes dorados y reflejos ligeramente verdosos. La elegante nariz nos recuerda a manzana verde y pera de agua sobre un fondo floral intenso. En boca es muy fresco reapareciendo las flores y la fruta. Muy largo y sabroso, deja un recuerdo a mar. Perfecto para acompañar a mariscos y pescados o arroces. ¿A quién no le apetecería tomarlo con unos buenos y grandes percebes gallegos?»
Visto en expansion.com.