Un estudio realizado en todo el mundo demostró que la mortalidad provocada por enfermedades del corazón era inversamente proporcional al consumo de vino.
Dentro del mundo del vino existen muchos mitos que no son del todo ciertos y que se han establecido como una creencia popular y quizás el mito número del vino y el más frecuente sea el de que el vino sea sólo cosa de entendidos. Con este aporte vamos a descubrir de forma amena cuáles son aquellas leyendas con las que nos encontramos día a día en el fascinante mundo del vino.
¿Los vinos reserva ¿son siempre los mejores?
La mención de “reserva” en un vino no se debe a su calidad sino que tiene que ver con el tiempo de envejecimiento en barrica del mismo. Si bien existen vinos con la categoría de reserva de una calidad suprema y sin embargo hay otros que no la tienen.
Los vinos, ¿mejoran con el tiempo?
Para ser fieles a la realidad hay que decir que no todos los vinos ganan con el paso del tiempo como pueden ser algunos “gran reserva” que con el tiempo pierden su frescura y acidez, mostrándose con aromas evolucionados, rancios y apagados. Aunque existen muchos ejemplos de vino como los vinos de “Jerez”, los de “O Porto” o los “Barolo Italianos” que son claros ejemplos de que el paso del tiempo juega a su favor.
Decantar el vino, ¿sí o no?
Como criterio para tomar una decisión apropiada entre decantar un vino o escanciarlo directamente desde la botella tendríamos que tener los conocimientos suficientes procedentes de la bodega, ya que cada vinificación varía dependiendo del productor. Los defensores de la decantación señalan dos razones esenciales para decantar un vino: si es un vino añejo, sobre todo si es tinto, debe separarse de los sedimentos; es decir, del poso que se ha formado en la botella a lo largo de los años. Y en el caso de un vino joven debe entrar en contacto con el oxígeno en la decantación para que desarrolle su alto contenido tánico. Mi recomendación es si no conocemos el vino es mejor no decantarlo e ir descubriendo su comportamiento en cada copa.
El vino tinto, con ¿carne? Y el vino blanco, con ¿pescado?
Desde siempre asociamos un vino tinto para carnes rojas o el vino blanco para pescados pero en realidad el maridaje es mucho más complejo que eso, se trata de buscar un equilibrio o contraste dependiendo de la ocasión. Hay muchos factores que entran en juego como son la cantidad de platos que vamos a degustar, la estación en la que nos encontremos o incluso el estado anímico del momento.
¿Sólo los vinos con denominación de origen son de calidad?
Un vino que pertenezca a una D. O. significa que ha seguido los parámetros que marca su consejo regulador es decir que respeta el origen del sitio, dónde se elabora el vino y se somete a su reglamento. Sin embargo no significa que un vino sin denominación de origen sea de mala calidad, ni mucho menos. Hay muchas bodegas que elaboran sus vinos fuera de la D.O. para poder experimentar con otras variedades, no someter a los vinos a envejecimientos en barrica un tiempo que no es necesario y que en muchas ocasiones no les aporta nada, consiguiendo de igual modo vinos de una calidad excelente.
¿Es cosa de mujeres el vino rosado?
Siempre se ha asociado el color “rosa” a la mujer y de ahí el pensamiento erróneo que el vino rosado es cosa de mujeres y nada más lejos de la realidad. Un vino rosado debe su color a que el contacto que tiene con la piel de la uva en su proceso de vinificación es más corto que en el caso de los vinos tintos. Muchos vinos rosados son de altísima calidad.
Los vinos caros, ¿son los mejores?
El precio del vino es el resultado del coste de elaboración, producción, cantidad y calidad. Pero en la mayoría de los casos influyen factores externos como son la exclusividad, diseño, etiqueta o tener un enólogo estrella. Así que el mito de que los vinos caros son los mejores no es del todo cierto ya que el encarecimiento de un vino a veces es por otros motivos que no están relacionados con la calidad del mismo.
¿Engorda el vino y afecta a la salud?
Lejos de engordar, el vino contiene más de mil sustancias que son favorables para la salud. Un estudio realizado en todo el mundo demostró que la mortalidad provocada por enfermedades del corazón era inversamente proporcional al consumo de vino, es decir las dolencias cardíacas disminuyen en los países de mayor consumo de vino. También está demostrado que el consumo regular de vino reduce la tasa de colesterol perjudicial y además se le atribuyen propiedades curativas en el tratamiento de enfermedades como el cáncer o el Alzheimer.
El cava y champagne ¿por qué para el final?
Lo cierto es que asociamos estos vinos espumosos con festejos y brindis, con comidas contundentes, dejando este tipo de vinos de tanta frescura para tomar como broche final. Pero en realidad tanto un cava, un buen espumoso gallego o un buen champagne, por su finura y exquisitez se deberían tomar al inicio de una buena comida para ser apreciados mejor.
De corcho, de rosca o sintético ¿el tapón importa?
Cada año los productores de vino del mundo se gastan miles de euros debido a sabores indeseables causados por fallos de los corchos tradicionales. Hasta hace poco no había alternativas. El corcho puede aportar beneficios al vino, pero también es el causante de uno de sus defectos más importantes que es el gusto a corcho. Esto ha hecho que en los últimos tiempos muchas bodegas hayan apostado por la utilización de tapones sintéticos y de rosca, obteniendo unos resultados excelentes.
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