El sumiller David Seijas, miembro del equipo de elBulli, propone «113 vinos para el 2013», una selección de caldos «fáciles de encontrar», que le han aportado «una experiencia o sensación divertida» y, sobre todo, que «responden a las inquietudes de la gente de la calle», ha explicado a Efe.
Vinculado actualmente a elBulliFoundation, el nuevo proyecto de Ferran Adrià, Seijas sugiere en este libro, editado por Grijalbo, caldos que le han «sorprendido» y siempre de las últimas añadas «para que no haya problemas en encontrarlos».
Sus 113 propuestas se dividen entre aquellos mejores vinos «en relación a su precio y el placer que producen», que oscilan entre 6 y 13 euros; los «clásicos», de entre 5 y 35 euros, y los más apropiados para regalar y no fallar, de entre 19 y 60 euros.
También incluye un apartado de vinos «comodín, versátiles» (de 10 a 50 euros), otro de curiosidades para los que buscan «novedades, rarezas o pequeñas y limitadas producciones»; uno más a los que no se encuentran en España e incluso grandes vinos del mundo, cuyos precios oscilan entre 200 y 4.000 euros.
Encontrarán además vinos en función de su formato de presentación, espumosos y dulces, y un apartado para los apasionados de los utensilios relacionados con este mundo, donde recoge un «quitaetiquetas de botellas para los que quieren guardarlo todo».
Desde 2010, este sumiller elabora anualmente una selección de vinos para disfrutar durante el año -«111 vinos para el 2011» fue galardonado con el Premio Internacional de Literatura Gastronómica- sin haber repetido una sola botella. Y le anima continuar en 2014.
Y es que, como dice su excompañero en elBulli Ferran Centelles en el prólogo, es el «Harry Potter de los catadores». Elige los vinos influenciado por sus viajes, por sus experiencias, por la «sorpresa» que ha encontrado dentro de cada botella, detrás de la cual «siempre hay una historia», dice.
Su secreto, asegura, es añadir al talento innato «inquietud», y que «el trabajo sea tu pasión, porque cuando te mueve lo que te gusta es fascinante». Así, él dedica sus días libres a visitar bodegas o viajar en torno al mundo del vino.
Para acertar reglando una botella de vino, indica que, además del presupuesto, «algo muy importante hoy», «se tiene mucho ganado si se conoce al destinatario y se le toca la fibra, para no regalarle un borgoña fino y elegante al que prefiere vinos más estructurados». En caso contrario, «una bodega de prestigio nunca falla».
En sus viajes, Seijas ha comprobado que en Asia se registra ahora «un ‘boom’ brutal del mundo del vino», tanto que le han encargado que haga una selección de vinos españoles para Japón, «donde hay muchas ganas de aprender; también en China y en Singapur».
Sobre el consumidor japonés señala que tiene «mucha sensibilidad gustativa, aprecia la calidad y quiere saber mucho de todo». Y aunque los caldos españoles se están abriendo camino en este mercado, dominado hasta ahora por Francia, el consumo aún es muy limitado ya que «no llega a tres botellas por persona y año».
Ante la subasta de la bodega de elBulli en abril de 2013 en Hong Kong y Nueva York, sugiere pujar por las botellas firmadas por Ferran Adrià y su socio Juli Soler «tanto porque ello supone un valor añadido como porque son las de mayor calidad», así como por «los vinos que Juli compraba en Borgoña y allí los embotellaban para el restaurante».
Receloso de revelar su trabajo en elBulliFoundation, donde vuelve a coincidir con Ferran Centelles, el también Premio Nacional de Gastronomía en 2010 solo asegura que se le ha dado «la oportunidad de cumplir un sueño».