[Fuente: larazon.es]
Investigadores del Centro Nacional de Secuenciación Genoscope de Evry (Francia) han conseguido secuenciar el genoma de la vid, más concretamente de la variedad Pinot Noir.
Los principales resultados de su trabajo se publican en la edición digital de la revista «Nature».
Según los investigadores, el análisis del genoma de una línea de vid originalmente derivada de Pinot Noir revela que contiene dos veces más enzimas que contribuyen al aceite esencial y al aroma que otras plantas secuenciadas, lo que sugiere que podría trazarse la diversidad de sabores del vino al nivel del genoma.
El Consorcio Público Franco-italiano para la Caracterización del Genoma de la Vid secuenció el genoma de la Vitis vinífera, la cuarta secuencia producida para una planta de flor y la primera de una fruta de cultivo. Según los autores, la decisión de analizar la vid se debió a su importante lugar en la herencia cultural de la humanidad, que se remonta al periodo Neolítico.
Taninos y terpenos
Los investigadores informan de que los genes participaban en el metabolismo de taninos y terpenos, que contribuyen a las características aromáticas del vino, han sido selectivamente amplificados en este genoma.
Los investigadores descubrieron también una expansión en la familia de genes encargados de la producción de resveratrol, el componente asociado con los posibles beneficios saludables de beber cantidades moderadas de vino tinto. El acceso público a la secuencia del genoma de la vid ayudará a reconocer qué genes dan sabor, y a introducir genes resistentes a enfermedades.